Liverpool players applaud the supporters at the end of the Champions League semifinal second leg soccer match between Roma and Liverpool at the Olympic Stadium in Rome, Wednesday, May 2, 2018. (AP Photo/Alessandra Tarantino)

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El Liverpool se clasificó para la final de la Liga de Campeones del fútbol europeo pese a perder como visitante por 4-2 ante la Roma, al hacer valer el 5-2 que había logrado en el encuentro de ida.

En un estadio Olímpico romano colmado, el senegalés Sadio Mané abrió el marcador para los visitantes a los 9′ y James Milner, en contra de su arco, igualó para la Roma a los 15′. El Liverpool volvió a adelantarse a los 25′ por intermedio del holandés Georginio Wijnaldum hasta que el bosnio Edin Dzeko a los 52′ igualó.

Sobre el final, el belga Radja Nainggolan, primero a los 86′ y luego en tiempo de descuento con un penal, selló el resultado definitivo, aunque la Roma ni siquiera tuvo la oportunidad de volver a tocar la pelota para buscar el tanto que le faltaba para llegar a la prórroga.

Por más que el encuentro tuvo un ritmo intenso y ocasiones de gol frente a los dos arcos, sobre todo frente al del Liverpool, a la definición le faltó un poco de suspenso por la gran ventaja que siempre tuvo el conjunto inglés.

De esa manera, los «reds» quedaron a las puertas de su sexta corona en Europa, que podrán lograr el 26 de mayo en Kiev ante el Real Madrid, que el martes eliminó con mucho más sufrimiento al Bayern Múnich. La final será una reedición de la definición de 1981, cuando el Liverpool se impuso 1-0 al club blanco y festejó por tercera vez el título europeo.

El lastre para la Roma era muy grande tras el 5-2 en la ida, pero el conjunto dirigido por Eusebio di Francesco se amaparaba en el antecedente de los cuartos de final cuando remontó un 4-1 ante el Barcelona para ilusionarse.

Sin embargo, el Liverpool dejó en claro rápidamente que no iba a dejarse sorprender y que iba a lastimar cada vez que tuviera la oportunidad.

Por eso, tras algunos sofocones frente a la valla defendida por Karius, el conjunto dirigido por el alemán Jürgen Klopp empezó a sentenciar la eliminatoria con un rápido contragolpe a los nueve minutos.

Nainggolan perdió un balón en su terreno y Firmino aprovechó para emprender una veloz carrera hacia el área rival que Mané coronó con una definición ajustada ante la salida de Allison.

De esa forma, el conjunto inglés neutralizó la euforia de un estadio que hasta ese momento creía en la remontada.

Sin nada que perder, la Roma prosiguió con su ataque alocado y muy pronto tuvo su premio, con un gol que le devolvía las esperanzas. Stephan El Shaarawy ganó de cabeza en el área rival y Lovren intentó despejar, con tanta mala fortuna que la pelota rebotó en la cara de Milner y se metió en la valla de Karius.

El juego recobró intensidad, con una Roma volcada al ataque y un Liverpool dispuesto a responder con rápidos contragolpes. Todo el interés estaba pendiente en ver quién era el que acertaba primero frente a la portería rival.

Y de nuevo fue el Liverpool, que aprovechó por intermedio de Wijnaldum un despeje fallido de Dzeko en un corner para aumentar su ventaja en la eliminatoria.

A pesar de la diferencia, la Roma pareció focalizarse sólo en el partido. Por eso no sintió el impacto de un nuevo gol y continuó con su búsqueda ofensiva. Un tiro de El Shaarawy pudo darle el empate transitorio, pero el palo devolvió su intento.

Sin embargo, en el inicio de la segunda parte, Dzeko tuvo su revancha personal para convertir el 2-2, después de capturar un rebote de Karius tras un remate de El Shaarawy.

Con una búsqueda casi ciega, la Roma siguió entusiasmando a su afición con un juego de ataque que desnudó muchos problemas defensivos en el conjunto inglés. Sin embargo, la falta de acierto frente al arco rival no permitió que los «giallorossi» se ilusionaran realmente con la posibilidad de concretar la remontada.

Dzeko, El Shaarawy y Shick tuvieron sus ocasiones para poner en ventaja a la Roma, que igualmente dejó espacios para que el Liverpool también pudiera convertir otro gol.

Nainggolan, con un soberbio remate desde afuera del área y un penal en el tercer minuto de tiempo de descuento, le dio el premio consuelo de la victoria a la Roma, pero no alcanzó para si siquiera forzar la prórroga.

Al conjunto inglés le alcanzó con la renta de la ida para asegurarse su plaza en Kiev y poder pensar en la final ante el Real Madrid.

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