Por redacción Cultura
Este joven artista suizo ha escogido Guatemala para presentar sus primeras series fotográficas de lugares acogedores por donde suele pasear. Su pasión por la fotografía lo ha llevado a realizar numerosos viajes, desde Asia hasta América Central. Como autodidacta, se interesa tanto por la fotografía en estudio como en exteriores.
De sus numerosos peregrinajes nació la idea de un intercambio cultural entre Suiza y Guatemala. Las fotografías que aquí se exponen, se realizaron en Suiza, tomando como modelos, bailarinas locales. El proyecto en su conjunto pretende crear una nueva serie de fotografías con modelos guatemaltecas y exponerlas en Suiza.
El trabajo sobre el cuerpo y sus límites se apoya en las siluetas esculpidas de modelos estáticas en posiciones poéticas y artísticas. La búsqueda alrededor de la estética y el significado de las cadenas de hierro y de los alambres de púas, nos muestran el encierro físico y moral del individuo. El fundido de la silueta blanca sobre el fondo negro, revela la degradación progresiva del ser, dentro de su ambiente. La suspensión de los cuerpos en el depósito, manifiesta la suspensión del tiempo, del movimiento y la imposibilidad para moverse libremente dentro de un espacio. La elegancia y la poesía de estas escenas se subrayan gracias al contraste entre blanco y negro y a la luz natural de la serie en colores.
Estas dos series nos ofrecen una visión de un cuerpo prisionero, censurado, que no es dueño de sus movimientos. Una en blanco y negro hecha en un estudio, y la otra en colores, tomada en una vieja fundición abandonada. Esta es pues, la representación de un cuerpo que busca salir perpetuamente de ese encierro moral, social y físico.