Vargas Llosa habló ampliamente de su nueva obra. Foto La Hora/Esteban Cardona

Por Redacción La Hora
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Como parte de la gira de lanzamiento del libro Tiempos Recios, la última obra del escritor peruano, Mario Vargas Llosa, una novela inspirada en la historia de Guatemala y las conspiraciones políticas e intereses encontrados a raíz del golpe militar perpetrado por Carlos Castillo Armas y auspiciado por Estados Unidos a través de la CIA que devino en el derrocamiento del gobierno de Jacobo Árbenz, este fue presentado en el país.
Durante la presentación del libro en Guatemala, se brindaron detalles sobre la gira de lanzamiento que llegó en octubre hasta Casa América de Madrid, España y en Guadalajara, México.

Sobre el lanzamiento en Guatemala, los organizadores detallaron que “en realidad este libro no está lanzado si no está aquí, en el lugar donde ocurren los hechos y en el lugar que protagonizan en Tiempos Recios, así que tanto para la editorial como para Mario esto dos días en Guatemala son fundamentales para hablar de la presentación de este libro y en donde sentimos que queda oficialmente lanzado”, destacaron.

También mencionaron que durante los primeros 45 días de circulación de la obra, la persecución crítica y mediática ha sido enorme. “Yo les diría que una cosa es que ha habido unanimidad en la crítica respecto a que se trata de una de las grandes novelas de su autor que no se solo está emparentada por la Fiesta de Chivo, en compartir época y de algún modo una idea de novela en la que Mario Vargas Llosa ha creído desde el principio”.

Además, destacaron que el autor ha leído de la prensa que mucho se ha ocultado de la historia y que el libro ha generado un enorme debate y que no hay mayor homenaje que un libro se convierta en una conversación que vuelva a repensar una historia y Tiempos Recios en ese sentido ha logrado su cometido.

ESTO DIJO VARGAS LLOSA

El autor inició su intervención haciendo alusión a su carrera como periodista, “queridos amigos, he sido toda mi vida un periodista y me siento entre colegas”, dijo a los medios que acudieron a la conferencia de prensa.

Vargas Llosa detalló cómo surgió Tiempos Recios y las motivaciones que tuvo el Premio Nobel de Literatura para escribir la novela.

“Hace tres años y pico, en República Dominicana luego de una cena numerosa yo me encontraba a punto de salir, cuando alguien (Tony Raful,) dijo a mi lado, Mario tengo una historia para que la escribas, yo tengo un gran espíritu de convicción y basta que digan, tengo una historia para que escriba para que yo no la escriba”, detalló.

Según describió, Raful le contó la implicación de Rafael Leónidas Trujillo, un dictador dominicano que gobernó la República Dominicana desde 1930 hasta su asesinato en 1961, con la contrarrevolución que dirigió Castillo Armas contra el presidente Árbenz de Guatemala.

De acuerdo con Llosa, el escritor dominicano, le explicó que esta relación que había sido muy cordial y muy cercana y que Trujillo había dado dinero y armas a Castillo Armas, pero que luego se convirtió en una relación difícil en la que había odio, porque aparentemente Castillo Armas no cumplió con las cosas que le había pedido Trujillo a cambio del apoyo y sobre todo que el embajador dominicano en Guatemala le informo a Trujillo que Castillo Armas cuando se tomaba unas copas entretenía a sus amigos hablando mal de la familia de Trujillo.

“Guiado por la curiosidad, comencé a explorar esta relación y descubrí que habían muchas publicaciones recientes, sobre todo en USA gracias a documentos liberados por el Departamento de Estado que eran públicos y que podrían ser consultados. Se habían escrito muchos textos, históricos o sociológicos artículos periodísticos, por autores norteamericanos que revelaban que la relación había sido bastante estrecha y que incluso podría estar implicado en el asesinato de Armas, seguí investigando y me encontré sin darme cuenta con un proyecto de novela”, destacó Llosa.

El autor dijo que siempre quiso escribir, no un libro de historia, no un ensayo, sino una novela; un libro en el que el elemento de ficción de imaginación de invención creación, prevaleciera.

“De todas maneras creo que tanto en este libro que he escrito con hechos históricos por ejemplo, la Fiesta del Chivo, la Historia ha estado presente en un segundo plano, los hechos más elementales o más importantes han sido respetados en tanto que muchos hechos secundarios, no solo han sido respetados han sido tratados como elementos novelescos, ficciones con añadidos y con recortes a la información real”, acotó el autor.

A decir de Llosa, haciendo sumas y restas, en esta novela o como otras novelas basadas en hechos históricos, escritas por él, ante los elementos imaginativos y puramente creativos, prevalece lo puramente histórico.

SOBRE ÁRBENZ

Al ser cuestionado sobre qué le diría a Jacobo Árbenz si hubiese tenido la oportunidad de estar frente a él, Llosa dijo que sería interesante poder conversar con él, porque es un personaje trágico y que intenta hacer algo en una determinada dirección y ve que todo aquello que intenta se desnaturaliza.

“Si tuviese a Árbenz enfrente tendría centenas de preguntas que hacerle, y fundamentalmente le preguntaría ¿cómo se sintió una vez que salió al exilio de su país y por las razones que no correspondían para nada a la realidad que él intento crear?”.

También mencionó que hay un periodismo muy irresponsable que inventa intenciones que él –Árbenz- ni tenía, ni había tratado de poner en práctica.
“LAS NOVELAS NO TIENEN INFLUENCIA POLÍTICA”

Al preguntarle si todavía se viven “Tiempos Recios”, Vargas dijo que hoy en día la intervención de los Estados Unidos, jamás hubiese sido la de un golpe de Estado como fue en el caso de Guatemala y destacó que lo que existe por parte del país norteamericano es desinterés por América latina.

Asimismo, agregó que hace 20 o 30 años las inversiones norteamericanas eran muy importantes en América latina pero hoy no lo son, “ahora van a otros lados del planeta”, dijo.

Sobre el aporte de su obra a la narrativa guatemalteca, Vargas Llosa dijo que ojalá las novelas tuvieran influencia política, pues a decir del autor, las novelas influyen menos que los ensayos políticos y los discursos.

“Estoy convencido que las novelas y la literatura en general, dejan una huella en sus lectores, si es buena literatura deja un malestar en las personas, un malestar que resulta de la comprobación de que somos mejores cuando inventamos que cuando tratamos de reformar la realidad”, destacó.

También dijo que la gran poesía en la gran novela, en el teatro, en grandes ensayos es un mundo mucho mejor del mundo en que se vive y destacó que ese malestar desarrolló un espíritu crítico que a decir del escritor es absolutamente fundamental y que se quiere que haya ciudadanos críticos que no se dejen engañar, que cuestionan en la realidad en la que viven y agregó que ese es el efecto social que tiene la “buena literatura”.

“HE VIVIDO LA HISTORIA A TRAVÉS DE LO QUE LEÍA”

Para Vargas Llosa, los 2 años que me han tomado escribir la novela, no solo ha estado en Guatemala, sino que ha vivido prácticamente la historia guatemalteca, a través de lo que leía, escuchaba o a través de informantes diversos.

“Me siento identificado con este bello país, que es Guatemala, bellísimo y trágico creo que en pocos países latinoamericanos ha habido la violencia tan enorme y terrible que ha padecido el pueblo guatemalteco, me alegro de haber escrito esta novela, entre otras razones porque creo que es un acto de justicia reivindicar a una persona como Árbenz, sé que la división se mantiene en Guatemala que hay partidarios y adversarios de Castillo Armas y el presidente Árbenz”, dijo.

Asimismo, agregó que le gustaría que su obra sirviera para que algunos guatemaltecos cambiaran de opinión respecto a Árbenz y empezaran a respetarlo y a considerar que fue un magnifico Presidente que intento a través de la democracia, reformas, en un ambiente de libertad sacar a este país del subdesarrollo”, acotó Vargas Llosa.

Finalmente dijo que son los demócratas y los liberales los que tendrían la obligación moral de reivindicar a un Presidente como él –Árbenz-, que no quiso sacar la pistola. “Él no quiso a través de una revolución armada cambiar a Guatemala, a través de los votos un programa, quiso reformar este país y crear una democracia verdaderamente moderna y funcional”, puntualizó Llosa.

El autor agregó que hace 50 años hubo un Presidente que quiso emprender este camino y no lo dejaron y lo frustraron “eso es así, si mi libro tiene la posibilidad de convencer a un puñadito de guatemaltecos me sentiré muy contento y feliz de haber trabajado estos dos años en esta novela”, remarcó el autor.

“Es un persona que vive una situación falsa, cuando sale al exilio las cosas se agravan, seguramente usted sabe por qué su vida familiar fue trágica, dos de sus hijos se suicidan, nunca se siente cómodo donde se exiliaba, sea socialista o capitalista no se siente cómodo, hay una especie de distancia de él que va siendo sistemáticamente vejado”, acotó.

Vargas manifestó que el fracaso de Árbenz, es el fracaso de la democracia, el fracaso de un sistema responsable que no quiere matar y quiere aceptar la coexistencia en la diversidad, que quiere hacer reformas en lo social aceptando críticas, poniendo en juego, esa diversidad que permite la democracia, “el fracaso de Árbenz tiene consecuencias que superan las fronteras de Guatemala y las fronteras de Centroamérica”, afirmó el novelista.

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