Ni entidades estatales, ni organizaciones de la sociedad civil han logrado cuantificar cuántos niños, niñas y adolescentes viven en situación de calle en toda la república, en tanto, muchos de ellos pasan desapercibidos frente al Estado y la sociedad, sin imaginar la dureza de la realidad en la que sobreviven.

POR MARIELA CASTAÑÓN
mcastanon@lahora.com.gt

En grupo, dependientes al solvente, en precariedad y con altos niveles de ansiedad, viven decenas de niños y adolescentes en las calles, quienes se han convertido en parte de la “cotidianidad del país”.

Sin embargo, detrás de esas personas existe una historia de abandono, violencia y marginación que pasa desapercibida por el Estado y por la propia sociedad, que les teme o no los tolera., según activistas.

Duncan Dyason, director de la Fundación Mi Arca, que trabaja con la niñez y juventud que vive en la calle, explicó recientemente a La Hora Departamental que la vida de estas personas es difícil, pues no solo están expuestos a amenazas, también a golpes y violencia.

“Tengo muchos años de trabajar con estos chicos, que viven en La Casona en la zona 4. –Uno de los jóvenes- recibió amenazas por pedir dinero y fue golpeado; una vez intentaron matarlo en la calle cuando estaba durmiendo, es parte de la experiencia que han vivido en este lugar”, explicó el entrevistado.

De acuerdo con Dyason, el origen de las adicciones proviene del hambre y el dolor de sus propias vivencias.

“La mayoría de jóvenes con los que trabajamos tratan de vivir de manera tranquila, no están buscando problemas porque ellos saben que pueden traer problemas para los demás. La mayoría de ellos usan solvente para quitarse el hambre y el dolor que sienten, y piden dinero para sobrevivir”, reiteró el director de la Fundación.

Diferentes organizaciones de la sociedad civil han denunciado que estos jóvenes han sido golpeados por la gente y por la Policía Municipal, al momento de desalojarlos de determinados espacios.

NIEGA AGRESIONES

Carlos Sandoval, portavoz de la Municipalidad de Guatemala, negó las agresiones de los policías a la niñez y juventud en situación de calle.

“En primer lugar son falsas las agresiones –contra niños y jóvenes-. Los agentes de la Policía Municipal, sirven de apoyo para cumplir con las denuncias de vecinos, por acumulación de objetos o actividades anómalas que ciertos grupos de indigentes hacen en la vía pública”, indicó Sandoval.

El entrevistado dijo que la esposa del alcalde capitalino, Patricia de Arzú, promueve varios programas para apoyar a los menores de edad en riesgo social.

“En el tema de los niños, usted sabe que la Municipalidad trabaja programas de rescate social, que contemplan desde su inicio 17 niños y ahora más de 3 mil, que están apoyados por la Municipalidad, especialmente por la escuela de doña Patricia de Arzú”, afirmó el portavoz.

RESCATES PGN

Por otro lado, de acuerdo con la Procuraduría General de la Niñez, en 2015 y en los primeros meses de 2016 realizaron 235 rescates de menores de edad por callejización., es decir quiénes piden dinero, viven en la calle y se escapan de sus casas, o bien quiénes crecen en la vía pública.

El año pasado fueron 196 rescates y este año se registraron 39, de acuerdo con los datos oficiales.

¿QUÉ HACEN ACTUALMENTE?

Sin embargo, la PGN también admitió que no cuentan con un registro de cuántos menores de edad viven en la calle.

Harold Flores, procurador General de la Niñez afirmó que efectúan rescates, cuando existe una denuncia o cuando ya hay una investigación de parte de las autoridades.
Mientras tanto, organizaciones o fundaciones como Mi Arca, trabajan en programas de apoyo para este sector de la población, a través de diferentes actividades que buscan reinsertarlos a la sociedad, proveerles de insumos y atención para salir adelante. Muchos de estos jóvenes ya cuentan con un empleo.
Matan a jóvenes en vísperas de conmemoración

El pasado 11 de abril, a pocas horas de conmemorarse el Día Internacional de la Niñez en Situación de Calle, fue asesinado en la 1ª. Calle y Avenida Reforma de la zona 10, Miguel Antonio Rojas, de 17 años, quien vivía en la calle.

Ese día también fueron heridos Erick Fernando Hernández, de 19 años y Glenda Marisela Franco Barrera, de 30. La segunda persona en mención murió en un centro asistencial.

Aunque las investigaciones continúan para esclarecer los crímenes, todo apunta a que se trató de una confusión de los jóvenes con supuestos delincuentes.

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