Recursos cirugía estética. FOTO LA HORA: CLÍNICA FEMM / EUROPA PRESS/DPA.

MADRID
Agencia dpa / (Europa Press)

Con los tratamientos de medicina estética aplicados al rostro se quiere prevenir la aparición de arrugas y flacidez, ha explicado el doctor Ernesto J. Pérez Hernández, médico estético de Clínica FEMM, quien recuerda que hay que «lograr que la dermis mantenga unos niveles óptimos de hidratación, que siga recibiendo los principios activos que necesita para mantenerse firme».

La tendencia que se sigue desde hace años es el enfoque preventivo, por eso, según explica, existe un tratamiento apropiado para cada edad. De modo que, entre los 30 y 40 años, se recomienda la mesoterapia facial con vitaminas y plasma rico en plaquetas.

La inyección de vitaminas actúa aumentando el grosor de la piel del rostro, aportándole elasticidad y firmeza y disminuyendo los efectos de la oxidación celular.

Mientras que el plasma rico en plaquetas es uno de los tratamientos «más sencillos» para cuidar el rostro. Los factores de crecimiento se encargan de estimular la regeneración celular, aumentar la formación de nuevos vasos sanguíneos y producir nuevo tejido. Además, al ser extraídos del propio paciente, no producen alergias, rechazo o contagio de enfermedades.

Sin embargo, para aquellas personas entre los 40 y 50 años, los tratamientos más eficaces son el ácido hialurónico, la toxina botulínica y la tecnología de plasma Plexr.

El ácido hialurónico, al ser un relleno reabsorbible, es más compatible y seguro que otros rellenos, y permite recuperar los volúmenes perdidos o aumentar el volumen en determinadas zonas del rostro. Además, tiene un efecto hidratante. «Con este ácido se tratan principalmente las ojeras, el aumento del grosor de labios y pómulos y la disminución del surco nasogeniano», explica la doctora Elena Moreno Luna, médico estético de Clínica FEMM,

En cuanto a la toxina botulínica, la doctora Elena Moreno incide en que «a partir de los 40, los tejidos comienzan a descender por la pérdida de grasa, volumen muscular y masa ósea. Si la piel ha estado bien cuidada en los años previos, lo habitual es que no presente arrugas. Comenzar en los 40 a tratar con toxina botulínica los músculos de la mímica nos permitirá mantener esas arrugas a raya durante más tiempo».

La toxina botulínica actúa en la transmisión del impulso nervioso de los músculos de la mímica y sus resultados se notan desde el primer día. Las zonas donde se utiliza habitualmente son el entrecejo, la frente y las patas de gallo.

Para aquellas personas entre los 50 y 60 años, la doctora recomienda la hidroxiapatita cálcica y radiofrecuencia Morpheus8. En el primer caso, el objetivo es resolver el progresivo adelgazamiento de la piel que conlleva el paso del tiempo y que genera flacidez y arrugas.

Por otro lado, el sistema Morpheus8 es un dispositivo de radiofrecuencia fraccionada que actúa sobre el*tejido subdérmico para tratar la grasa localizada y las facciones envejecidas, proporcionando un aspecto más joven. Cuenta con un aplicador compuesto por 24 microagujas que introducen las ondas de calor en el tejido subdérmico coagulando la grasa y tensando el tejido. Es un tratamiento mínimamente invasivo, seguro y altamente efectivo con resultados inmediatos y visibles desde la primera sesión.

Finalmente, a partir de los 60 años el tratamiento de lipólisis asistida por radio frecuencia (RFAL) con ‘Bodytite’ es la opción que aconsejan sin cicatrices para brazos, muslos, cartucheras, cuello y papada. «La tecnología ‘BodyTite’ elimina grasa y retrae la piel al mismo tiempo gracias a unas microcánulas que contienen dos electrodos en sus extremos y que permiten que las ondas de radiofrecuencia se transmitan a través de la piel.

Por otro lado, destacan los hilos espiculados, hechos de un material que favorece la cohesión de las células y es cien por cien reabsorbible por el organismo. «Se colocan en posición estratégica para crear una red formada por vectores que actúan como soporte de los tejidos. Los resultados son mucho mejores si se rellenan con ácido hialurónico los surcos que pueden formarse tras crear esa malla de hilos», asegura la doctora.

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