Por LAURAN NEERGAARD
WASHINGTON
Agencia (AP)

La mayoría de los estadounidenses opinan que está bien utilizar la edición genética para crear bebés protegidos contra una variedad de enfermedades, pero una nueva encuesta muestra que prefieren que haya límites en cuanto a cambiar el ADN para que los niños nazcan más inteligentes, más rápidos o más altos.

Un mes después de las alarmantes versiones del nacimiento en China de las dos primeras bebés del mundo genéticamente editadas, la encuesta de The Associated Press y del NORC Center for Public Affairs Research (Centro NORC para la Investigación de Asuntos Públicos) reveló que la gente está dividida entre la promesa médica de una tecnología lo suficientemente poderosa para alterar la herencia humana y las preocupaciones de si se usará éticamente.

Jaron Keener, de 31 años y diseñador de exhibiciones del Museo Carnegie de Historia Natural en Pittsburgh, dijo que se opone a que los «ricos comiencen a crear bebés de diseño», pero como la mayoría de los estadounidenses dijo que apoyaría la edición genética de embriones para prevenir enfermedades incurables. La madre de Keener tiene lupus, una enfermedad inflamatoria que podría ser causada tanto por el medio ambiente como por herencia.

El lupus ha sido «una presencia amenazante toda mi vida. He vivido cerca de alguien con una enfermedad crónica y he visto los daños que ha causado, no solo en su vida, sino en la vida de mi familia», dijo.

La edición genética es como un programa biológico de «cortar y pegar» que permite que los científicos eliminen una sección de ADN para borrar, reemplazar o reparar un gen.

Alterar las células de los adultos solo afectaría al paciente que es atendido, pero editar genes en óvulos, esperma o embriones altearía al niño de tal forma que la edición podría heredarse a generaciones futuras: algo con implicaciones tan profundas que las normas de ciencia internacionales dicen que no debería ser probada en embarazos humanos hasta que más investigación en laboratorios determine que es seguro.

La encuesta de AP-NORC muestra que 7 de cada 10 estadounidenses están a favor de utilizar algún día la edición genética para evitar una enfermedad incurable o letal que podría heredar un niño, como fibrosis quística o la enfermedad de Huntington.

Aproximadamente dos terceras partes de los estadounidenses también están a favor de la edición genética para evitar que un niño herede padecimientos no mortales como la ceguera, e incluso para reducir el riesgo de desarrollar enfermedades más adelante en la vida, como algunos tipos de cáncer.

Sin embargo, 7 de cada 10 estadounidenses se oponen a utilizar la edición genética para alterar capacidades como la inteligencia o la capacidad atlética, así como para alterar rasgos físicos como el color de ojos o la estatura.

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