París
Agencia (dpa)

La compañía estatal de ferrocarriles de Francia, SNCF, anunció que con la colaboración de varios socios industriales incorporará en el futuro cercano a su red ferroviaria trenes autónomos.

El plan es desarrollar de aquí a 2023 prototipos para trenes regionales de pasajeros y de mercancías que puedan circular sin conductor, informó en París el presidente de SNCF, Guillaume Pepy. «Esto es muy claramente el futuro del tren», aseguró. El objetivo es incorporar los trenes autónomos al tráfico normal a partir de 2025.

En los trenes de alta velocidad (TGV) solo se automatizarán en una primera fase la aceleración y el sistema de frenado, sin que se prescinda del maquinista, que seguirá siendo responsable de la identificación de obstáculos en el trayecto.

SNCF, el Estado francés y la industria invertirán en el desarrollo de los prototipos 57 millones de euros.

Con los trenes autónomos, SNFC espera incrementar la frecuencia del tráfico ferroviario, ya que gracias a la reducción de la distancia entre los trenes, el número de convoyes que circulan por el mismo trayecto puede aumentar en hasta un 30 por ciento. Además, los autores del proyecto prometen una mayor puntualidad.

Según Pepy, se trata sobre todo de combinar las experiencias tecnológicas ya existentes, por ejemplo en el desarrollo de automóviles autónomos y trenes de metro automatizados.

No se desarrollarán trenes totalmente nuevos, ya que esta opción sería mucho más cara. La base de un tren regional autónomo sería, por ejemplo, un modelo existente del fabricante canadiense Bombardier que podría equiparse con técnica de otras empresas.

En el consorcio para el desarrollo del tren de mercancías autónomo participa el constructor francés de trenes Alstom, cuya fusión con la división ferroviaria del grupo alemán Siemens está prevista para el próximo año. En el desarrollo del tren de pasajeros regional participan también el proveedor alemán de autopartes Bosch y empresas del ámbito de la inteligencia artificial.

En el mundo ya existen varios trenes sin conductor, pero en la mayoría de los casos se trata de sistemas cerrados como trenes subterráneos y trenes automáticos que circulan entre terminales aeroportuarias. El desarrollo de un ferrocarril autónomo es más complejo. Los trenes tienen que ser dotados con sensores y sistemas de computación capaces de reconocer obstáculos y reaccionar a ellos.

«Vamos a hacer un tren inteligente», dijo la directora de innovación de SNCF, Carole Desnost.

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