Por BEATRICE CHRISTOFARO
RÍO DE JANEIRO
Agencia (AP)

Las autoridades de salud de Brasil iniciaron una campaña para controlar un brote de sarampión traído por los venezolanos, muchos de ellos hambrientos y enfermos, que han salido de su país a causa de la crisis política y económica.

El brote de sarampión ha afectado a más de mil personas y provocado la muerte de cinco niños, y se presentó poco después de que la enfermedad fuera erradicada en 2016.

Los casos de sarampión se concentran principalmente en los estados de Amazonas y Roraima, en el norte del país, adonde miles de refugiados venezolanos han llegado para tratar de rehacer sus vidas. Muchos de ellos están enfermos y no han sido vacunados debido a la crisis en el sistema de salud de Venezuela.

“Si nuestra población en el norte, que acogió a tantos venezolanos, hubiera estado vacunada, no estaríamos lidiando con este brote en este momento”, dijo Isabella Ballalai, presidenta de la Sociedad de Vacunación de Brasil. “Estaríamos enfrentándonos a un problema menor”.

Ese fue el caso entre 2000 y 2013, cuando se protegió a la mayoría de los brasileños contra la enfermedad y se evitó la propagación de cualquier virus de sarampión importado. Pero el año pasado, solo el 70% de la población recibió las dos dosis de vacunas contra el sarampión.

Al propagarse por toser o estornudar, el sarampión es un virus sumamente contagioso que causa síntomas como flujo nasal, salpullido y vómito. Puede resultar fatal si no se atiende a tiempo.

Brasil, con un territorio que cuenta con enormes porciones de selva, ha experimentado distintos brotes en los últimos años. En 2016 el país fue el epicentro de un brote internacional del virus zika. El año pasado, las autoridades lanzaron una enorme campaña contra la fiebre amarilla, cuyos casos se incrementaron después de varios años de tener una cifra relativamente baja.

La campaña de vacunación de este año, que se realizará durante todo el mes de agosto, también combatirá la polio.

En los estados con las situaciones más críticas, durante las últimas semanas los trabajadores del sector salud han realizado vacunaciones gratuitas en clínicas o yendo puerta por puerta.

Ahora, las autoridades quieren retomar una cobertura total a nivel nacional. El objetivo es vacunar a por lo menos el 95% de los niños entre 1 y 5 años para el final del mes.

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