Por JOSH LEDERMAN
WASHINGTON
AGENCIA/AP

Después de que les negaron las visas dos veces, un grupo de robótica de seis jóvenes afganas llegó el fin de semana a Washington tras una intervención extraordinaria, de último minuto del presidente Donald Trump.

El grupo y su chaperona llegaron poco después de la medianoche, provenientes de su ciudad natal, Herat, en Afganistán, a tiempo para que su robot que selecciona pelotas participe en la competencia de tres días para estudiantes de secundaria, que comenzó ayer en la capital de Estados Unidos.

En el Aeropuerto Internacional Washington Dulles las recibieron un enviado especial de Estados Unidos y el embajador afgano en Estados Unidos Hamdullah Mohib, quien describió el momento como una celebración para este atormentado país.

«Hace 17 años, esto no hubiera sido posible», dijo Mohib en una entrevista. «Ellas representan nuestras aspiraciones y resistencia pese a que han crecido en medio de un conflicto perpetuo. Estas chicas probarán al mundo y al país que nada evitará que seamos un integrante activo y del mismo nivel de la comunidad internacional».

En el corto tiempo desde que el dilema de visa del grupo acaparó la atención mundial, el caso de las muchachas afganas se ha convertido en foco de atención del debate sobre los esfuerzos del gobierno de Trump para restringir el ingreso a Estados Unidos, incluyendo la entrada de personas de países de mayoría musulmana. Afganistán no está incluido en la lista de países con ingreso temporal restringido a Estados Unidos, pero críticos han dicho que la restricción es emblemática de un esfuerzo más amplio para evitar el ingreso de musulmanes a Estados Unidos.

La historia de las estudiantes afganas también renovó el enfoque en los planes a largo plazo de Estados Unidos para ayudar a Afganistán, mientras el gobierno de Trump prepara una nueva estrategia militar que incluirá el envío de más soldados al país donde Estados Unidos ha estado peleando desde el 2001.

La intervención personal de Trump a principios de esta semana, usando un raro mecanismo migratorio para saltar el sistema de visas puso fin a una saga dramática. Las estudiantes viajaron dos veces desde sus casas en el occidente de Afganistán y atravesaron territorios controlados por el Talibán hasta Kabul, donde les negaron las visas las dos veces.

Funcionarios estadounidenses no dicen por qué les rechazaron las visas a las chicas, citando regulaciones de confidencialidad. Pero Mohib dijo que en base a conversaciones con funcionarios estadounidenses, al parecer les negaron las visas debido a que se pensó que ellas no regresarían a Afganistán.

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