Por MALCOLM RITTER
NUEVA YORK
Agencia/AP

¿Cómo es que la evolución produjo un monstruo asesino como el Tiranosaurio rex? Un fósil encontrado en Asia central ha dado a los científicos un vistazo al proceso.

El T. rex y otros tiranosaurios eran enormes depredadores dominantes, pero evolucionaron a partir de ancestros mucho más pequeños. El nuevo hallazgo ocurrido en Uzbekistán indica que este crecimiento a dimensiones colosales sucedió rápidamente, y sólo después de la aparición de algunos rasgos anatómicos que pudieron haber ayudado al monstruoso tiranosaurio a cazar tan efectivamente.

El descubrimiento fue reportado el lunes por Hans-Dieter Sues, del Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian Institute en Washington; Stephen Brusatte, de la Universidad de Edimburgo en Escocia y otros expertos, en un documento publicado por la revista Proceedings, de la Academia Nacional de Ciencias.

EL DESCUBRIMIENTO

Los científicos reportaron el descubrimiento de huesos de un miembro no conocido previamente de la rama evolutiva que condujo a los enormes tiranosaurios. Este ancestro vivió hace aproximadamente 90 millones de años al sur de lo que es ahora el Mar de Aral. En general se parecía a un T. rex, pero sólo medía entre 3,00 y 3,65 metros (10 a 12 pies) y pesaba aproximadamente 272 kilogramos (600 libras) como máximo, dijo Sues. El T. rex creció al cuádruple y su peso fue más de 20 veces mayor.

MOMENTO OPORTUNO

El hallazgo ayuda a llenar un frustrante período vacío en el conocimiento del tiranosaurio. Antes de ese lapso, que comenzó hace alrededor de 100 millones de años, las ancestrales criaturas tenían un tamaño aproximado al de un caballo. Justo después del intervalo, hace aproximadamente 80 millones de años, los tiranosaurios eran unas bestias de varias toneladas como el T. rex. El nuevo descubrimiento muestra que los predecesores eran aún relativamente pequeños incluso apenas hace 90 millones de años; así que el proceso de crecimiento sucedió bastante rápido.

EQUIPO DE SERIE

El oído interno de la bestia recién descubierta ya tenía rasgos del tiranosaurio asociados con buena agilidad y capacidad de escuchar sonidos de baja intensidad, lo que le pudo ayudar a detectar presas u otros animales a distancia. Pero la criatura carecía de los enormes dientes rompehuesos y los largos senos nasales encontrados en el T. rex.

EL NOMBRE

La criatura fue llamada Timurlengia euotica. El nombre honra al antiguo gobernante de Asia central Tamerlane y los largos oídos internos de la bestia. Los fósiles hallados incluyen un cráneo y huesos de cuello, dorso, cola, patas y manos. El animal no fue un ancestro directo del T. rex, sino que indica cómo eran esos ancestros, dijo Brusatte.

EL PREMIO

El descubrimiento ayuda a científicos a comprender la manera en que «las partes (anatómicas) se ensamblaron (…) en el desarrollo» del T-rex, dijo Thomas R. Holtz, Jr., de la Universidad de Maryland, quien no participó en el estudio. Y sugiere dónde excavar en busca de más fósiles para investigar la transición, señaló.

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