Princeton/Estocolmo
Agencia/dpa

El dinero hace la felicidad, pero sólo hasta cierta cantidad de ingresos anuales. Esta es una de las muchas conclusiones que el mundo le debe al Nobel de Economía de este año, el escocés Angus Deaton, de 69 años.

Por el contrario, la pobreza causa insatisfacción e infelicidad entre quienes la sufren, según publicó Deaton junto con otros colegas en 2010 en la revista «Proceedings».

Deaton investiga y da clases en la universidad de élite de Princeton, en estudios centrados en las relaciones entre situación económica y consumo con la salud y la percepción de la felicidad.

Uno de sus puntos principales de estudio ha sido y es la India y la cuestión de cómo se puede calibrar y medir la pobreza de manera científica. En la actualidad está trabajando según su currículum en un escrito sobre el papel que puede jugar en la política la percepción de la felicidad.

Este científico, que acumula muchos premios, nació el 19 de octubre de 1945 en Edimburgo, pero su acento escocés ya casi no es perceptible.

En una entrevista, el investigador, que suele llevar a menudo pajarita, asegura que debe a su lugar de origen su obstinado escepticismo y su aversión a percibir o admitir la felicidad. Su hermana y él fueron de hecho los primeros de la familia que pudieron ir a la universidad. Además de la británica tiene la nacionalidad estadounidense y es padre de dos hijos adultos.

Deaton enseñó como profesor invitado en Princeton ya en 1979/80. Luego trabajó también en la Universidad de Cambridge en Reino Unido, donde se graduó en 1974, así como en la de Bristol. En 2009 fue elegido como presidente de la American Economic Association.

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