Por ERIC TUCKER y JACK GILLUM
WASHINGTON / Agencia AP

Tanto defensores de la privacidad como expertos en tecnología calificaron esas preocupaciones como exageradas y poco más que los mismos argumentos reciclados que el gobierno ha blandido contra la encriptación desde la década de 1990.

Al comparar los datos encriptados con una caja fuerte inviolable o la puerta de un closet imposible de abrir, Comey dijo que el intento de las empresas tecnológicas de proteger la información de los usuarios en nombre de la defensa de la intimidad impide una amplia gama de investigaciones penales. Se necesitan nuevas leyes para permitir a la policía interceptar comunicación en una era de avance tecnológico y nuevas formas de comunicación, señaló.

«Tenemos la autoridad legal para interceptar y acceder a comunicaciones de conformidad con una orden judicial, pero a menudo carecemos de la habilidad técnica para hacerlo», agregó Comey en una conferencia en el centro de investigaciones Brookings Institution de Washington.

El discurso, que se hace eco de preocupaciones que él y otros en las agencias policiales han ventilado, se produce poco después de que Apple y Google anunciaron que sus nuevos sistemas operativos están encriptados, es decir, protegidos por códigos por defecto. Las autoridades todavía podrían interceptar conversaciones pero quizá no podrían acceder a los datos de llamadas, contactos, fotos y correos electrónicos almacenados en el teléfono.

«La encriptación no es tan solo una característica tecnológica. Es una oferta publicitaria. Pero tendrá consecuencias muy graves para las agencias policiales y de seguridad nacional en todos los niveles», dijo Comey.

Añadió que son infundados los temores de la gente de que el gobierno espía todas las comunicaciones por teléfono celular o que tiene acceso a todas las comunicaciones en todo momento.

Artículo anteriorMisión cumplida
Artículo siguienteArgentina ya tiene su propio satélite