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POR MARIELA CASTAÑÓN
mcastanon@lahora.com.gt

Las comadronas continúan en apoyo a la comunidad con su labor social, y a pesar de los riesgos de ser afectadas por COVID-19, siguen acompañando el proceso de embarazo de las mujeres, atienden el parto, el puerperio y al bebé recién nacido. No reciben ninguna remuneración del Estado, sino únicamente lo que las familias puedan compartirles, esto puede ser entre Q50 a Q200, o un pago en especie.

María Carmelina Chocoo, de Alta Verapaz, atendió su primer parto cuando tenía 17 años, porque era “necesario”. Aunque ahora se dedica al acompañamiento de comadronas jóvenes y a la coordinación de Organizaciones de Mujeres de Alta Verapaz, que aglutina a 6 mil mujeres en los municipios de San Juan Chamelco, San Pedro Carchá, Santa Cruz Verapaz, Lanquín, Cobán, San Cristóbal y Chisec, no deja de atender al llamado de las mujeres que la necesitan.

“Yo aprendí a atender el primer parto a mis 17 años por necesidad, estábamos acompañando a una señora que iba a dar a luz. Dio a luz en el trayecto y ahí fue mi primera experiencia. Ahora tengo 50 años, no me dedico a atender partos, pero colaboro y apoyo con las comadronas, principalmente con las más jóvenes”, explica.

De acuerdo con María Carmelina, el pasado 7 de septiembre asistió a una mujer en su labor de parto, no dudó en ningún momento hacerlo. Agrega que, por su servicio social prefirió no recibir dinero, sino algo simbólico.

“-El lunes 7 de septiembre-, atendí a una señora, porque estaba en la comunidad, y por supuesto que estoy pendiente de ella, cómo está, cómo sigue. Yo no recibo dinero, aunque me ofrezcan, pero sí de su corazón nace darme maíz tierno, lo recibo porque para nuestra cultura no recibir lo que las comunidades nos regalan es una gran ofensa, -el 7 de septiembre- por ejemplo, me regalaron tomate de montaña. -Ayudar a una mujer, para que dé a luz- es bonito, no lo veo cansado, ni me preocupa, porque es parte del proceso de la vida, es una alegría atender a las señoras, que me invitan”, indica.

Sobre la labor de las comadronas, María Carmelina, reitera que dar a luz es un proceso natural, por eso preparan y apoyan a las mujeres para ese momento, mientras que la familia debe ser el soporte para quien traerá al mundo a un niño o niña.

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“Dar a luz es natural, es parte de la vida, del cuerpo de la mujer, es un proceso si la señora cumple con todos los requisitos como, por ejemplo, en la espiritualidad se le aconseja que hay que desatar todo lo que tenía amarrado con las pitas de su corte, sus lazos donde tiende la ropa. Hay que desatar, eso es parte de la creencia cultural ancestral, para que el bebé pueda salir del útero de inmediato. Si una mujer cumple con los consejos de la comadrona es fácil, hay una forma de que la mujer se coloque. La comadrona aconseja a la familia, que tenga agua caliente para que tenga su té en cuanto dé a luz, también en el momento, o faltando unos 5 o 10 minutos, si la señora quiere tomar un té caliente, eso le ayuda para expulsar de inmediato al bebé y la comadrona está lista para atenderla”, indica la entrevistada.

Agrega: “Hay que preparar a la señora psicológicamente y desde el inicio, desde los 3 meses que las familias le avisan a la comadrona para que lleve el proceso. La comadrona sabe si no tuvo dificultad, o enfermedad, si no le bajó o subió la presión, o estuvo bien nutrida, tenía problemas con la familia. Todo eso repercute en la vida de la señora. La comadrona sabe y conoce la trayectoria de la vida de la mujer que está en estado de gestación o la vida del primero, segundo o tercer hijo. Es la abuela -comadrona- que aconseja a la familia y cuando llega el momento de dar a luz, siempre se le pregunta si ella quiere que el parto sea domiciliar o se le remite al centro de salud, las dos cosas son buenas para la comadrona, si se le atiende en la casa la familia ahorra bastante en el transporte”, dice.

Chocoo reitera que genera satisfacción cuando se ha apoyado a una mujer con su parto, que después debe prepararse para cuidar y alimentar a su bebé.

“Es una gran satisfacción atender al niño y a la mamá que inició hace 9 meses el trato con su bebé. Ahí no termina todo, inicia el nuevo proceso para amantar y para que se alimenten los dos. La comadrona debe estar 3 días con la señora para que pueda estar bien, la comadrona está vigilando su proceso”, detalla.

La entrevistada dice que las comadronas no suelen cobrar por los servicios de salud que prestan, son las familias, las que proporcionan lo que pueden.

“Ninguna comadrona -dice- cuánto va a cobrar, la familia decide si le da comida, o le facilita Q20 o Q50; o 20 libras de maíz, frijol, o lo que la familia tenga, si no tienen en efectivo, tal vez tiene tomate, frutas o lo que esté saliendo, ahora en Alta Verapaz hay mucha mazorca tierna, eso es lo que intercambian por un servicio de la comadrona”, indica.

Las comadronas se han convertido en un auxilio determinante para muchas madres. Foto La Hora/cortesía

21 MIL COMADRONAS, SU DON Y LA PERTINENCIA CULTURAL

El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) registra 21 mil 329 comadronas a nivel nacional, sin embargo, muchas de ellas no están registradas y por eso se estima que el número podría ser mayor, según el Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva (Osar).

De acuerdo con el MSPAS, las comadronas asisten mensualmente a las reuniones de intercambio de saberes con el personal de los servicios de salud del distrito al que pertenecen. En el marco de la pandemia COVID-19 las mismas han sido suspendidas hasta que disminuya la incidencia de transmisión; sin embargo, el personal de enfermería ambulatorio realiza acciones de comunicación, coordinación y movilización con las comadronas.

En relación con la capacitación, Salud indica que se cuenta con manuales y guías para los intercambios de saberes que incluye temas relacionados a: red de servicios de salud, atención prenatal, atención del parto y puerperio, atención del recién nacido, planificación familiar, prevención de enfermedades de transmisión sexual –ITS- con énfasis en VIH y sífilis, y aprendiendo a vivir en armonía.

Estas capacitaciones no son impartidas únicamente por Salud, pues según Luisa Morales, quien coordina, la Asociación de Comadronas Tradicionales Huehuetecas Luna y que integra a 380 comadronas, ellas también capacitan a las comadronas en su labor y este apoyo es aparte al que brinda el Ministerio de Salud, que proporciona el carné de registro.

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Salud agrega que el Programa Nacional de Salud Reproductiva distribuye a las áreas de salud kit de insumos básicos para las comadronas registradas en los servicios de salud que contiene: mochila, caja de guantes, termómetro frontal y/o digital, cinta de castilla, gasas, jabón líquido, toallas de mano, ahulado, gorros desechables, gabacha y lámpara de mano con baterías.

Mirna Montenegro, directora del Osar, resume la labor de las comadronas como “un don divino”, pues así lo han calificado ellas.

“Cuando uno ve la historia de las comadronas, se da cuenta que son comadronas por un don divino, tenemos un estudio cualitativo -donde- ellas -dicen- que es un don de Dios, el hecho de poder traer la vida. La mayoría ha empezado sin ser comadronas, por una casualidad han tenido que atender un parto”.

Montenegro explica que hay clasificación de comadronas y no todas atienden partos, mientras que sí son un referente en los consejos y en la atención de las mujeres.

“No todas las comadronas atienden partos, hay comadronas que solo acompañan a la mujer, pero no atienden el parto, hay clasificación entre ellas. Normalmente son muy apreciadas en la comunidad, son muy valoradas en el marco de hacer referencia, de dar consejos y su función va más allá de atender el parto, acompañan a la mujer embarazada, en el post parto, hablamos de estar dos o tres días con la mujer, eso incluye lavarle la ropa, el tema del temascal, de los alimentos calientes, es toda una pertinencia cultural, porque la atención del parto en población indígena es un evento familiar, no es entre su médico y usted”, explica.

Ellas prefieren no pedir un pago en especial y son las familias quienes deciden cómo ayudarles. Foto La Hora/Cortesía

COVID-19: A MAYOR ATENCIÓN DOMICILIAR, COMADRONAS LA PRIMERA OPCIÓN

De acuerdo con un análisis del Osar sobre la “Situación de Prestación de Servicios de Salud Materna y Neonatal”, la pandemia del COVID-19 ha afectado la prestación de servicios de salud materno infantil y ha disminuido la oferta, porque los servicios de salud priorizan las acciones para la prevención, detección y control del coronavirus, un porcentaje del personal se encuentra en cuarentena debido a la exposición al virus, las visitas domiciliarias no están definidas para todos los distritos como una estrategia de abordaje (servicios extramuros) para el acceso de las mujeres embarazadas a los servicios de salud. A esto se agrega que no se cuenta con una ruta local definida que oriente a la población a que servicio debe acudir para atención del parto o complicaciones en el embarazo.

Además, ha disminuido la demanda a los servicios, las familias tienen temor al contagio por lo cual no buscan los servicios de salud, la situación económica y solventar las necesidades básicas de alimentación y vivienda se convierten en prioridad para las familias. Las restricciones de horario por el toque de queda, falta de transporte público, el incremento de la pobreza, contribuyen a que las familias no busquen atención en los servicios de salud, al buscarla en algunos casos no la encuentran (servicios cerrados o en otras actividades, atendiendo la pandemia).

“Por el incremento en la atención de parto domiciliar, las comadronas se convierten en la primera opción para la atención del parto a nivel de las comunidades, aunque refieren no contar con el equipo de protección personal para brindar sus servicios en control prenatal y atención del parto”, se describe en el documento.

María Carmelina Chocoo, coincide con el Osar y explica que las comadronas se han convertido en la principal opción durante estos meses, debido a las circunstancias.

“La mayoría -de madres- prefieren el parto domiciliar, la mayoría se queda en su casa, la comadrona no solamente está atendiendo partos, sino también atendiendo otras enfermedades comunes, respiratorias, digestivas, de toda la familia, principalmente niños. Primero, porque no había transporte y ahora hay mucha desconfianza por los contagios en los centros de salud y por supuesto que los centros de salud, lejos de abrir han cerrado sus puertas, solamente se mantiene el personal del centro de salud y todos los pacientes que necesitan ingresar esperan en la calle o fuera del centro de salud. La mayoría de las madres han decidido dar a luz en sus casas”, indica María Carmelina.

Foto ilustrativa: Comadronas reciben una capacitación. Foto La Hora Asociación de Comadronas Huehueteca/Facebook

Por su parte, Luisa Morales, de la Asociación de Comadronas Tradicionales Huehutecas Luna, explica que una de las principales preocupaciones es que las comadronas no cuentan con equipos de bioseguridad, aunque ellas se coordinan, no es posible dotar a todas para entregarles insumos.

“Las comadronas no cuentan con equipo de bioseguridad, esa es nuestra preocupación, como es un aporte voluntario ellas no están recibiendo un salario, como Luna no tenemos la capacidad total de cubrirles”, expresa.

Ana Luisa Rivas, representante auxiliar del Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa), refiere que en la pandemia del COVID-19 se han realizado diferentes gestiones y el Ministerio de Salud ha emitido lineamientos para facilitar la circulación de las comadronas en los momentos cuando estaba más restringida la circulación y por otro lado se han desarrollado guías para que las comadronas se protejan adecuadamente ante la pandemia, y que en el manejo de los partos y atención a mujeres embarazadas tengan todas las medidas de protección.

Según Rivas, han hecho algunos esfuerzos para que las comadronas tengan protección, tomando en cuenta los retos que existen en el mundo en relación con las compras y adquisiciones.

“En relación a equipos de protección para las comadronas, de momento, nosotras no hemos concretado una donación, sin embargo, sí estamos en proceso de una compra de equipos de protección personal para ellas, de bioseguridad, que cubrirá Chimaltenango y Guatemala, y de una compra más amplia que la vamos a estar entregando entre octubre y noviembre; estamos haciendo también una compra más amplia al Ministerio de Salud sobre todo para los prestadores de servicios de salud sexual y reproductiva, ahí estamos incluyendo a las comadronas para entregarles estos insumos, sabemos que no es suficiente, porque comadronas tradicionales hay y apoyan muchísimo en el país”, detalla.

Salud agrega que el Programa Nacional de Salud Reproductiva distribuye a las áreas de salud kit de insumos básicos para las comadronas registradas en los servicios de salud. Foto La Hora/cortesía

MUERTES MATERNAS Y ALGUNOS MECANISMOS DE PREVENCIÓN

El Osar ha detallado que hasta el 17 de julio de este año, se han reportado 208 muertes maternas a nivel nacional. Los departamentos que reportan el 58% son Huehuetenango, Alta Verapaz, Quiché, San Marcos y Totonicapán.

“Las causas por hemorragia representan el 46% de muertes maternas, principalmente por retención placentaria y atonía uterina, el 50% de las muertes maternas fue en hospital y 50% en domicilio, 18 muertes maternas fueron en adolescentes 15 a 19 años”, explica el Osar.

La directora de ese Observatorio, Mirna Montenegro explica, que hace un año implementaron un proyecto con comadronas en Alta Verapaz y Huehuetenango, para reducir muertes maternas a través del medicamento misoprostol que es autorizado por el Ministerio de Salud; esto ha permitido avances significativos.

“Nosotras le proporcionamos a la comadrona las tres pastillas de misoprostol que son 600 microgramos, lo que nos aseguramos con eso es que no haya hemorragia por retención de placenta, llevamos 250 dosis al mes en Huehuetenango y las comadronas están contentas porque dicen que antes lavaban ocho sábanas, pero ahora solo les toca lavar dos o tres, es increíble lo que el misoprostol hace con el tema de la hemorragia. En Alta Verapaz estamos usando 130 dosis al mes, es una estrategia innovadora. Las comadronas llegan buscando las pastillas para que las mujeres sufran menos, para nosotros es un resultado de mucho éxito, se han reducido las muertes maternas”, indica.

Foto ilustrativa: Una donación que fue entregada en Huehuetenango de equipo de protección COVID-19 y que también sería distribuido entre comadronas. Foto La Hora/OSAR/Facebook

AYUDAN A CUMPLIR LOS OBJETIVOS DEL DESARROLLO SOSTENIBLE

A criterio de Mirna Montenegro, las comadronas tienen un reconocimiento social de la comunidad, pero a nivel de gobierno, algunos las han apreciado y otros no, incluso han pedido que los partos sean institucionales y no con las comadronas.

“Se ha mejorado porque existen organizaciones y una Política de Comadronas, sin embargo, todavía nos hace falta hacer el reconocimiento efectivo. Hace como cuatro años hubo un decreto que nombraba en mayo el Día de la Abuela Comadrona y el decreto decía que se les pagara Q250 al mes, como Q3 mil al año, representaba como Q60 millones, pero al final ese acuerdo lo llevaron a la Corte de Constitucionalidad y ahí se quedó. Eso hace ver la poca valoración del servicio y del trabajo que desempeñan las comadronas, porque el sistema de salud no podría con esa cantidad de partos. Vea como estamos con los partos que se atiende, si se sumara la cantidad de partos que atienden las comadronas”, detalla.

Ana Luisa Rivas, representante auxiliar de Unfpa, considera que el papel de las comadronas ha sido trascendental en Guatemala y ahora en el marco de la pandemia más, porque son ellas quienes han estado cerca de las mujeres de la comunidad que las necesitan.

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Rivas explica que actualmente se imparten técnicos de partería en algunas universidades privadas, pero esto no sustituye la labor de las comadronas tradicionales, sino que se complementa.

“La mayoría de las personas que han entrado a los técnicos de partería son jóvenes que entran a un proceso de profesionalización para complementar el rol que tienen las comadronas en las comunidades, en realidad el rol de las parteras no viene a sustituir el rol de las comadronas. El rol de las comadronas no está vinculado solo con el rol profesional, sino desde la cosmovisión maya está vinculado al conocimiento ancestral, que van recibiendo de las abuelas y abuelos, para ser prestadoras de un servicio de salud tan importante, vinculado con la maternidad y los partos”, reitera.

La representante de Unfpa, expresa que la labor de las comadronas es importante, así como sus esfuerzos, que incluso las han llevado a enfrentarse a condiciones climáticas adversas, a inseguridad, acoso o desigualdad.

Comadronas durante un intercambio educativo sobre el COVID-19 en aldea Raxjut, Rabinal. Foto La Hora/Área de Salud Baja Verapaz

“En Guatemala, es sumamente relevante porque cumplen un rol social comunitario, son un puente entre las comunidades e institucionalidad de salud, pero también el rol mismo que se juega en cada uno de los espacios muy cercanos a las mujeres, son conocedoras de la realidad que viven las mujeres en todo su ciclo de vida, no solo en la vida reproductiva. La mayoría de las veces son las comadronas lideresas en una comunidad, que conocen a las mujeres desde niñas y ya en su edad reproductiva las apoyan en su embarazo, en su parto, muchas veces le dan seguimiento a esos niños y niñas que nacen”.

Rivas agrega: “En este caso juegan un rol muy importante para las metas que tienen los indicadores en los países, también en los Objetivos de Desarrollo Sostenible; tienen varios indicadores relacionados en mejorar la salud materna, en reducir la muerte materna, en reducir la necesidad insatisfecha de planificación familiar, en reducir otras prácticas nocivas como por ejemplo, los embarazos en niñas y adolescentes, reducir la violencia contra las niñas y las mujeres. Es tan importante que se les reconozca y dignifique en este papel que hacen en todo el trabajo comunitario”.

La profesional reitera que las comadronas tradicionales y las parteras tienen un rol preponderante y brindan una cooperación relevante para que los países alcancen sus planes de desarrollo, e implementen sus políticas, pero también para que los Objetivos de Desarrollo Sostenible se puedan cumplir.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, también conocidos como Objetivos Mundiales, se adoptaron por todos los Estados Miembros en 2015 como un llamado universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad para 2030.

Otros países de América Latina que tienen comadronas y reconocen la partería son: México, Ecuador, Perú, Chile, Paraguay, Colombia, Panamá.

Hace un año implementaron un proyecto con comadronas en Alta Verapaz y Huehuetenango, para reducir muertes maternas. Foto La Hora/Cortesía

RECONOCIMIENTO A SUS FUNCIONES

El pasado 1 de septiembre, el vicepresidente Guillermo Castillo, participó en la presentación del “Análisis de la Situación de las Comadronas ante la Pandemia COVID-19”, que fue elaborado por el Movimiento Nacional Nim Alaxik (Sabiduría ancestral).

Según la Vicepresidencia, en el análisis se destaca la importancia de aprobar el plan de acción de la Política Nacional de Comadronas de los cuatro Pueblos, así como programas de capacitación dirigidos al personal de salud para evitar todo tipo de discriminación, promover el respeto hacia las comadronas y la importancia de facilitarles el acceso a insumos que les permitan cumplir con su labor de forma segura.

“Es muy importante que la Política Nacional de Comadronas de los cuatro pueblos, maya, garífuna, xinca y mestiza funcionen, para reconocer las funciones que ellas realizan en esta noble labor y para que cese la violencia y discriminación que sufren y se les admita como una parte muy importante de nuestra sociedad”, dijo Castillo.

El vicepresidente Guillermo Castillo conoció un informe al respecto. Foto La Hora/Vicepresidencia

En cifras

  • 21,329 comadronas están registradas en el Ministerio de Salud.
  • 208 muertes maternas se han registrado hasta el 17 de julio, de acuerdo con el Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva.
  • 8 países de América Latina tienen comadronas y reconocen la partería, según Unfpa.
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