Eres consciente de que todos llevamos un niño en nuestro interior, sin importar la edad que tengamos este es un reflejo de lo que somos hoy en día, qué pensamos, sentimos, y por qué actuamos de una u otra manera. Encontrarte con tu niño interior es una de las tareas más difíciles en la vida, pero es necesario abrazarlo y reconectar.
EL NIÑO INTERIOR
Este concepto nace en la terapia Gestalt, en la que el niño interior representa “la estructura psicológica más vulnerable y sensible de nuestro yo”, explica el Centro de Psicología El Prado, además, añaden que este se forma a partir de experiencias negativas y positivas de nuestros primeros años de infancia y cómo las interiorizamos.
Conforme vamos creciendo nuestro niño interior se va interiorizando junto con las experiencias que atravesamos en esa etapa, y dependiendo del tipo que hayamos tenido (buenas o malas) nuestro pequeño interior se refleja así en situaciones adultas.
Un ejemplo de ello, si de pequeño fuiste testigo de una pelea que te causó miedo es probable que ahora siendo adulto las peleas causen la misma sensación en ti. Por eso el pasado influye bastante en nuestro presente, descubrir, reconectar e inclusive sanar (lo que tenga que ser sanado) es una necesidad para mejorar los aspectos de nuestra vida.
Ya que se trata de un “yo” no precisamente de carne y hueso, que se establece en nuestro inconsciente, sus efectos también suelen ser emociones y acciones que realizamos en gran medida inconscientemente.
Conectar y aceptar a nuestro niño interior es necesario para lograr una mejor versión del presente de nosotros mismos.
PRIMERO: ESCUCHAR Y SANAR AL NIÑO INTERIOR
“Sanar al niño interior es un camino de autodescubrimiento porque deberás regresar en el tiempo para descubrir cuáles han sido esos eventos negativos que aún no has podido superar desde el punto de vista emocional y que te mantienen atado al pasado”, explica El Prado.
Recuerda que todo está en tu memoria así que una introspección hacia el pasado será necesaria para reencontrarte con tu niño interior, algunos ejercicios que sugieren los portales de USANA y Grazia son:
Acudir a insumos que te ayuden a encontrarlo cómo: ver fotografías o videos tuyos de pequeño.
Preguntarles a tus cuidadores primarios sobre ti en tu infancia.
Evocar recuerdos conocidos de tu infancia.
Escribir en un papel memorias que tengas de esa etapa o un objeto que te recuerde a tu infancia y sus momentos.
Visualizarlo es el primer paso para darle espacio a que se manifieste y sea escuchado; dialoga con él, porque los diálogos internos son sanadores sobre todo cuando se manifiestan desde el corazón, esto hará que conozcamos la herida o el dolor para mostrar comprensión y compasión en un proceso eventual de reconciliación.
RECOMENDACIÓN
EL CHICO (THE KID) es una película protagonizada por Bruce Willis (Russ Duritz), un millonario asesor de imagen que dedica todo su tiempo al trabajo, con el éxito material y profesional asegurado, su vida privada no se ve de la misma forma. Es un hombre solitario, al que no le interesa el amor, la diversión y no se ve con su padre desde hace años.
Rusty, un simple niño, hará que Russ vuelva a cuestionar su vida en un inesperado encuentro.
Una película que retrata lo que es el viaje de reencontrar con el niño interior que todos llevan dentro, el pasado, los sueños de la infancia, y una oportunidad de mejorar la vida día con día.
No tengas miedo de abrazar a tu niño interior, te está esperando; sé amable y no lo juzgues, piensa: ¿qué te gustaría decirle a tu niño interior?