Las guatemaltecas emprendedoras han sabido sacara adelante sus proyectos. Foto La Hora/Cortesía

POR MARGARITA GIRÓN
jgiron@lahora.com.gt

La pandemia del COVID-19, trajo complicaciones para muchas familias en Guatemala, que vieron afectados sus ingresos y la forma de generar ingresos. En algunos casos, los salarios fueron reducidos o incluso suspendidos. No obstante, el emprendimiento ha sido la salida para muchos guatemaltecos que siempre ven oportunidades para salir adelante y la pandemia fue la causa para que nuevos emprendimientos surgieran.

 

Según el Monitor Global de Emprendimiento (GEM), cuyo estudio en Guatemala estuvo a cargo de la Universidad Francisco Marroquín, revela que Guatemala posee la tercera Tasa de Emprendimiento Temprano (TEA) más alta del mundo (25.1%).

Además, en las cuatro fases del proceso emprendedor (emprendimiento potencial -51.6%-, emprendimiento temprano -25.1%-, emprendimiento establecido -14.8%- y emprendimientos descontinuados -4%-) son superiores en Guatemala que en Latinoamérica y que en las tres categorías de países según nivel de ingresos.

También se explica que, Guatemala tiene la mayor proporción de personas que considera el emprendimiento como una buena oportunidad para generar ingresos, el nivel de reconocimiento social es similar al de países con ingresos bajos, y el reconocimiento en los medios de comunicación es el más bajo en comparación con las otras categorías mencionadas.

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Asimismo, explican que, en relación con las actitudes hacia el emprendimiento, en Guatemala las personas ven más oportunidades de negocio, y consideran que sí tienen los conocimientos, habilidades y experiencia necesarios para iniciar un negocio; además, el país tiene la proporción más baja de miedo al fracaso.

LUXURY CANDLE

Para Ligia Ocampo y Saida Iveth López emprender en medio de la pandemia, cuando las prioridades eran otro tipo de productos de consumo fue un reto, pero Luxury Candle, no solo les dio la oportunidad de unirse más como amigas, sino de abrir un mercado poco común en Guatemala, pero con una visión de poder crecer y convertirse en una pequeña empresa que no solo deje ganancias a sus propietarias, sino que en un futuro pueda generar ingresos.

Ocampo es maestra de primaria y abogada, mientras que López, labora como secretaria ejecutiva y también es ama de casa y empezar con un negocio de fanales o pantallas para velas fue una idea que las llevó a aprender y a buscar un camino nuevo a través del emprendimiento.

“Ha sido un caminar muy bonito, nunca habíamos emprendido nada porque cada quien se había dedicado a otros temas profesionales, pero nos pareció una oportunidad interesante porque es un producto muy bonito y lo mejor es que está hecho de manera artesanal”, dijo Ocampo.

Las velas de estás guatemaltecas han destacado en redes sociales. Foto La Hora

 

UNA OPORTUNIDAD EN MEDIO DE LA CRISIS

Saida manifestó que a raíz del encierro que causó la pandemia, el estrés que se manejaba era grande y emprender fue una forma de aprovechar el confinamiento y se interesaron por empezar el negocio.

“Empezamos en marzo, vimos cómo buscar los materiales, ver cómo podíamos hacerlo, tomamos cursos y luego empezamos a ver cómo promocionarlo porque es un producto innovador porque aquí en Guatemala casi no se ven y estamos tratando de abrir campo y abrir empresa para que las personas puedan conocerlo. Nosotros tenemos fe y estamos trabajando duro para que funcione”, destacó Saida.

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Dentro de los desafíos que han encontrado para poder posicionar mejor su producto, es que tras la pandemia los ingresos de las personas han mermado y priorizan otras compras de primera necesidad; sin embargo, han buscado dar un valor agregado, personalizando los fanales para que puedan convertirse en un regalo especial o algo para tener en casa como decoración.

“Nosotros tratamos de dar a conocer nuestro producto en eventos de emprendimiento, a través de redes sociales o con amigos y conocidos. De momento no podemos tener un lugar físico, pero es una meta a futuro e incluso poder generar empleo si esto crece”, añadió Ligia.

Agregó que, aunque no pueden dejar sus trabajos hasta que el emprendimiento avance, otra de sus metas es poder llegar a cadenas de supermercados o tiendas en donde puedan ofrecer sus productos y puedan tener más alcance.

“Soñamos con ser empresarias y tener nuestro propio negocio, nuestros propios ingresos, no importa si tenemos que desvelarnos o lo que implica la inversión, nuestro sueño está allí y trabajamos por que siga convirtiéndose en una realidad”, remarcó.

Los diseños que ponen a disposición asombran a muchos de las personas que los buscan. Foto La Hora

De acuerdo con el estudio de la UFM, en los últimos once años no han ocurrido grandes mejoras en el entorno para emprender. La ausencia de acciones concretas para impactar positivamente la operación de los negocios, por ejemplo: reducción y simplificación de trámites para abrir y operar negocios, acceso a infraestructura productiva, garantizar la seguridad de las personas y su patrimonio, certeza jurídica sobre las inversiones, eficiencia en la operación de puertos y aduanas, entre otras, ha ocasionado que los desafíos para emprender en el país se agraven en los últimos años.

El estudio concluye destacando que, la emergencia sanitaria y económica ocasionada por el COVID-19 incrementa el sentido de urgencia con el que se deben implementar cambios para propiciar la recuperación económica.

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