Por Teresa Dapp
Berlín
Agencia (dpa)
En un debate general en el Parlamento alemán celebrado con motivo de la presentación de los presupuestos de 2018, la canciller Angela Merkel defendió hoy a ultranza la política de austeridad alemana que el país ha convertido en su mantra de acción política y que tantas críticas le ha valido en Europa.
«No es tan obvio como parece», señaló la mandataria en el Bundestag, para a renglón seguido recalcar que este modo de actuar marca un rumbo de «justicia» para las próximas generaciones.
Alemania prevé seguir cumpliendo en 2018 con el equilibrio presupuestario, el llamado «déficit cero», y cerrar su quinto año consecutivo sin asumir nuevas deudas que puedan hipotecar el futuro del país.
En este sentido, en 2018 la gran coalición de conservadores y del Partido Socialdemócrata (SPD) liderada por Merkel espera ingresar y gastar 341,000 millones de euros, un importe que representa un 3,1 por ciento más que en 2017.
Además, por primera vez desde 2002, el año que viene Berlín volverá a cumplir con el Pacto Fiscal Europeo, que contempla un endeudamiento máximo del 60 por ciento del producto interior bruto (PIB) de un país miembro de la UE.
A la espera de que el debate de presupuestos avance sin problemas y las nuevas cuentas se puedan aprobar en el Parlamento antes de julio, Merkel también señaló la importancia de que de aquí en adelante Alemania aumente su gasto en defensa.
«No se trata de entrar en la carrera armamentística, sino simplemente de equiparse. Se trata de un Ejército que tiene en cuenta las exigencias de hoy en día», dijo.
«Los soldados deben estar bien dotados para poder llevar a cabo misiones en el extranjero y al mismo tiempo acometer las crecientes tareas de defensa que se llevan a cabo dentro del país», subrayó a continuación.
Merkel apuntó que es necesario abrir un debate sobre las futuras partidas presupuestarias que se deben adjudicar al área militar, así como sobre el equipamiento del Ejército.
En los actuales presupuestos, el Ministerio de Defensa se ha garantizado la segunda mayor dotación. Para 2018, Berlín ha dispuesto 38,500 millones de euros (45.500 millones de dólares) para el departamento militar, que dirige la política conservadora Ursula von der Leyen. Para 2019, las cuentas prevén hasta 41,500 millones de euros.
Vor der Leyen, no obstante, considera que los fondos son insuficientes de cara a los próximos años y ha pedido al ministro de Finanzas que contemple una ampliación de los mismos.
Durante su intervención, la dirigente germana también se mostró confiada de poder alcanzar antes de la cumbre europea de junio un acuerdo con el presidente francés, Emmanuel Macron, sobre el presupuesto de la Unión Europea (UE) y otras cuestiones financieras de la eurozona que todavía permanecen abiertas.
«El Gobierno alemán va a hablar con Francia sobre el presupuesto de la Unión Europea una vez que Reino Unido abandone el bloque y sobre qué salvaguardas adicionales necesita la eurozona en caso necesario», sostuvo.
El debate sobre el estado de la nación celebrado hoy fue más bronco de lo habitual. En un momento del mismo, la jefa de la bancada de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), Alice Weidel, fue llamada al orden en el Parlamento por haberse burlado de los musulmanes.
Weidel fustigó con dureza la política de inmigración y asilo del Gobierno de la canciller Angela Merkel.
«Burkas, chicas con velo, hombres con navaja alimentados (por el Estado) y demás (…) no asegurarán nuestra prosperidad, nuestro crecimiento económico y en especial nuestro Estado de bienestar», cargó Weidel, cabeza de un partido islamófobo que se erigió como tercera fuerza política de Alemania y primer partido opositor a la coalición de democristianos y socialdemócratas encabezada por Merkel.
En medio de los abucheos de otros legisladores, el presidente del Parlamento, el ex titular de Finanzas Wolfgang Schäuble, reprendió a la diputada alegando que estaba discriminando a todas las mujeres que llevan el velo islámico.
