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Washington
AGENCIA/dpa

La Reserva Federal estadounidense dejó hoy la tasa de interés sin cambios entre 0,75 y 1 por ciento, en una decisión que era esperada por los mercados, y consideró que la ralentización del crecimiento es transitoria.

En marzo, ante un aumento de la inflación, el banco central estadounidense había elevado la tasa en 0,25 puntos porcentuales, la tercera suba después de las de diciembre de 2015 y diciembre de 2016.

La Fed dijo hoy que espera que «con ajustes graduales en la política monetaria, la actividad económica crecerá a un ritmo moderado, seguirán mejorando las condiciones del mercado laboral y la inflación se estabilizará en torno al dos por ciento en el mediano plazo».

La economía estadounidense creció un 0,7 por ciento anualizado en el primer trimestre, según estimó la semana pasada el Departamento de Comercio.

En marzo, la tasa de desempleo alcanzó el valor más bajo en casi diez años al ubicarse en el 4,5 por ciento, pese a que los datos sobre empleo revelaron una ralentización de las nuevas contrataciones.

En su evaluación de hoy, el Comité de Mercado Abierto de la Fed dio a entender que en el próximo mes podría haber un nuevo aumento de la tasa. La nueva decisión sobre política monetaria se conocerá el 14 de junio.

La Fed elevó la tasa en diciembre de 2015 después de mantenerla en un nivel cercano a cero durante siete años.

Los 17 miembros del comité de política monetaria previeron en marzo que antes de fin de año habría otras dos subas de 0,25 puntos porcentuales. La Reserva Federal pronostica que a fines de 2018 la tasa se ubicará en el 2,125 por ciento y en el tres por ciento en 2019.

A su vez, la proyección del banco central es que la economía estadounidense crecerá un 2,1 por ciento anual en 2017 y 2018.

El presidente Donald Trump se manifestó a favor de una política monetaria prudente, porque teme que en caso de un rápido aumento del tipo de interés el dólar se fortalezca demasiado en relación a otras divisas. En ese caso sería más difícil para las empresas estadounidenses exportar sus productos.

Los anuncios de política económica de Trump generaron incertidumbre en el mercado. Los economistas creen que si el mandatario concreta sus planes de reducir fuertemente los impuestos e implementar un amplio programa de infraestructura esto podría provocar un aumento de la inflación y por lo tanto forzar a la Fed a una política más restrictiva.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) también pidió moderación en la política monetaria de Estados Unidos. El Fondo teme por las consecuencias que podría generar sobre el crecimiento de los países emergentes y en desarrollo.

El organismo apuntó que ante un dólar más fuerte, los estados y las empresas que están endeudados en dólares ampliarían su carga de deuda.

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