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Por DANICA COTO
SAN JUAN
AGENCIA/AP

Miles de manifestantes bloquearon ayer varios caminos y marcharon por la capital de Puerto Rico, molestos por una prolongada crisis económica y por las medidas de austeridad, así como para exigir una auditoría para identificar a los responsables de la deuda pública de hasta 70 mil millones de dólares.

Manifestantes con camisetas negras golpearon contra el piso grandes pancartas de madera, pintadas con una bandera negra de Puerto Rico, mientras marchaban hacia el centro financiero del territorio estadounidense.

«¡Ricky está vendiendo la isla!», gritaron en referencia al gobernador Ricardo Rosselló. Se prevé que el gobierno de Rosselló anuncie pronto si es que ha llegado a un acuerdo con accionistas para reestructurar una parte de la deuda o si va a aceptar un proceso parecido a la bancarrota.

Las protestas y huelga afectaron el servicio en el hospital público más grande de Puerto Rico, paralizaron el sistema de autobuses y obligaron a muchos negocios a cerrar sus puertas. Los manifestantes también bloquearon el tráfico cerca del aeropuerto internacional de San Juan, haciendo que algunos viajeros caminaran por la autopista, jalando sus maletas.

Puerto Rico pasa apuros para salir de una recesión causada en parte por gobiernos anteriores, que durante décadas recurrieron a miles de millones de dólares en préstamos para cubrir déficits presupuestarios. En junio de 2015, el entonces gobernador de la isla anunció que la deuda era impagable. Desde entonces Puerto Rico ha dejado de pagar bonos emitidos por el gobierno, que eran populares porque tenían tres exenciones fiscales. Esto dio pie a una serie de demandas de acreedores que querían recuperar sus inversiones.

El año pasado, el Congreso de Estados Unidos aprobó un paquete de rescate que conllevó a la creación de una junta federal de control que se encargue de supervisar las finanzas de la isla. En las últimas semanas, la junta y Rosselló han estado aprobando medidas de austeridad para recortar fondos, a la vez que advierten que el gobierno se está quedando sin fondos.

Puerto Rico se está preparando para recortar beneficios a los empleados públicos, aumentar los ingresos presupuestarios, subir el costo del agua, privatizar operaciones del gobierno y tomar otras medidas.

Las medidas propuestas han enojado a mucha gente que dice que la clase trabajadora ha sido la más afectada.

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