Washington
AGENCIA/dpa
El sector financiero global ganó estabilidad en los últimos meses gracias a la buena marcha de la economía, aunque siguen existiendo riesgos por la debilidad y problemas estructurales del sistema bancario europeo, apuntó hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El probable crecimiento económico no será suficiente para hacer rentables a los bancos débiles de Europa, advierte el FMI en su Informe sobre Estabilidad Financiera Mundial.
Según el organismo internacional son especialmente vulnerables los bancos que concentran sus negocios en un mismo país. «Casi tres cuartas partes de esos bancos tuvieron débiles ganancias en 2016», apunta el informe.
Según los pronósticos del FMI, la economía de la eurozona crecerá este año un 1.7 por ciento, al mismo ritmo que en 2016, antes de ralentizarse al 1.6 por ciento en 2018.
El informe del FMI señala que el sector bancario europeo sigue lastrado por el «overbanking», o exceso de banca. Con diferencias según los países, ese problema incluye sistemas con demasiados bancos débiles o sectores poco rentables con demasiadas sucursales y muy poca consolidación.
«Aunque se tomaron medidas para abordar las preocupaciones relacionadas con la rentabilidad, se necesitan más avances para reducir el ‘overbanking’ en los países con los mayores retos», advierte el FMI.
Incluso a los mayores bancos europeos «les resulta difícil seguir el ritmo de sus competidores globales», en parte debido a que el negocio en sus propios países no es suficientemente rentable, dice el informe.
«Una combinación de débiles beneficios, falta de acceso al capital privado y el lastre de grandes cantidades de créditos tóxicos impide la recuperación y podría reavivar riesgos sistémicos», advierte la institución.
En Estados Unidos existe la amenaza de que las provisiones de capital de las empresas no basten para financiar el crecimiento. Las inversiones basadas sólo en el endeudamiento son peligrosas y elevan la vulnerabilidad financiera, alertan los expertos del FMI.
Existe el riesgo de que las reformas que planea el Gobierno del presidente Donald Trump, por ejemplo en el sistema fiscal, conlleven una mayor predisposición al riesgo. «Es importante que la política esté bien preparada», recomienda el organismo con sede en Washington.
