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Bruselas
Agencia/dpa

El Banco Central Europeo (BCE) «posiblemente» apruebe nuevas medidas de estímulo el mes próximo, confirmó ayer, el director de la entidad, Mario Draghi, ante un comité parlamentario en Bruselas.

«El BCE está listo para hacer su parte… El consejo gobernante revisará y posiblemente reconsiderará la política monetaria (del banco central) a principios de marzo», señaló Draghi, en momentos en que el crecimiento se produce a un ritmo dubitativo y la incertidumbre domina los mercados de la eurozona.

Las tensiones en Ucrania y Cercano Oriente, la caída de la demanda china, los debates políticos en materia migratoria y las preocupaciones expresadas sobre la solvencia de los bancos ante una posible crisis están trabando la recuperación de la economía de la zona tras la recesión.

Tomando conocimiento de «un deterioro general en los mercados (que) se ha enraizado y ha ganado ritmo en la última semana», Draghi advirtió hoy que la eurozona y la Unión Europea «afrontan importantes desafíos».

Draghi anunció que la entidad revisará dos áreas. En primer lugar, se evaluará el impacto de los precios de importación en los salarios y precios locales, así como en la previsión de la inflación.

En las últimas semanas el precio del petróleo continuó cayendo y el euro cotizó al alza, lo que benefició las importaciones.

En segundo lugar, se evaluará cuál es el impacto que tuvieron las recientes turbulencias en los mercados en la eficiencia de la política monetaria del BCE.

«Si uno de estos dos factores conlleva riesgos negativos para la estabilidad de los precios, no dudaremos y actuaremos», aseguró Draghi.

En la sesión de hoy Draghi también salió en defensa de los bancos europeos, que en las últimas semanas han visto caer sus acciones. Draghi aseguró que las entidades son mucho más sólidas que en años anteriores y que han «mejorado significativa sus capacidades de capital» tras los tests de estrés llevados adelante por el BCE.

Las acciones del sector bancario europeo sufrieron el impacto de la aplicación a partir de enero de una disposición que obliga a los accionistas e inversores a asumir los costos de posibles rescates para evitar que recaigan en los contribuyentes.

La disposición fue aprobada después de que los Gobiernos europeos debieran invertir miles de millones para rescatar al sector tras la crisis de 2008. Las voces críticas aseguran que la medida es contraproducente porque ahuyenta a posibles inversores y genera una crisis de confianza en el área.

Draghi llamó además a los Gobiernos a estimular la economía a través de la inversión pública, en particular en infraestructura y mediante recortes fiscales.

Aseguró que la necesidad de tomar este tipo de medidas es cada vez más clara, sin dejar de señalar, no obstante, que «sigue siendo esencial» atenerse a las regulaciones presupuestarias establecidas para la eurozona.

El efecto de las políticas fiscales de los 19 Gobiernos de la eurozona «debería ser expansivo y, simultáneamente, respetar y atenerse» a las disposiciones presupuestarias, subrayó el directivo. «Decirlo para mí es fácil, hacerlo a nivel político es muy difícil», admitió.

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