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Berlín
Agencia/dpa

La economía de Alemania encara este año un futuro incierto debido a la debilidad de las economías emergentes, especialmente la de China, el cuarto mercado para las exportaciones alemanas, dijo a dpa Marcel Fratzscher, presidente de uno de los cinco principales institutos de investigación económica del país.

Los recientes sacudones de la Bolsa en China generan confusión, «lo que en principio es tóxico para cualquier empresario», dijo el titular del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW, por sus siglas en alemán).

«Desconocemos la forma en la que las distorsiones en los mercados globales de capital repercute en la economía», agregó. Mañana serán dadas a conocer las cifras del crecimiento de 2015 de la mayor economía de Europa.

Fratzscher destacó el caso de China. «Hemos visto un fuerte desplome de una media de crecimiento de casi un diez por ciento anual a cerca de un siete por ciento el año pasado».

Asimismo recordó que Brasil y Rusia están en recesión, situación a la que se suman los conflictos en Oriente Próximo y entre Rusia y Ucrania.

Sin embargo, la caída de las exportaciones a China ha sido amortiguada por un aumento de las ventas al sur de Europa y a otros países del continente, constató el experto, que predijo un aumento del crecimiento de la eurozona a 1,4 por ciento para 2016. «No suena mal pero es demasiado poco como para poder sacar a la eurozona de la crisis», matizó.

Fratzscher destacó como positiva la evolución de la economía de España, al tiempo que expresó preocupación por la situación de Francia, donde se espera un crecimiento del Producto Interior Bruto de menos de uno por ciento y un desempleo superior al 11 por ciento.

«La debilidad de la inversión sigue siendo el talón de Aquiles de Alemania», opinó el presidente del DIW. Precisó que faltan más inversiones en equipamiento pese a que las empresas cuentan con mucha liquidez y elevados ingresos. Por ello vaticinó que el principal pilar de la coyuntura será, al igual que en 2015, el consumo privado.

En cuanto al mercado laboral, el economista vaticinó un ligero aumento de la desocupación a resultas de la afluencia masiva de refugiados. «Pero el número de desempleados entre los que ya viven en Alemania seguirá bajando», se mostró convencido. «La situación en el mercado laboral es sumamente favorable en la actualidad porque tenemos un millón de vacantes».

Los casi 15 mil millones de euros que el Estado tiene previsto invertir en la integración del más de un millón de refugiados que llegaron tan solo el año pasado a Alemania servirá para apuntalar la coyuntura. «El dinero irá casi en relación uno a uno al crecimiento». Sin este «programa de estímulo de la coyuntura», la expansión de la economía alemana sería mucho menor, destacó.

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