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Ciudad de Panamá,
Agencia dpa

Tras participar en un foro organizado por la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede), sobre el centenario de la vía acuática, Roy dijo que la «misión fundamental es terminar la obra y tener un Canal competitivo, de verdad, no imaginario”.

Añadió que la iniciativa panameña ofrece ventajas a la navegación y será complementada con una plataforma logística y portuaria. Al proyecto le sigue un estudio para la construcción del cuarto juego de esclusas, con un costo superior a los 3.200 millones de dólares.

El ministro se refirió la iniciativa del Canal de Nicaragua, propuesta por el consorcio chino HKND Group, y aclaró que esa mega obra costaría hasta 80.000 millones de dólares, en vez de los 40.000 millones de dólares estimados por el gobierno de Managua.

Roy calificó al proyecto nicaragüense de “muy ambicioso y muy caro”, con “condiciones leoninas” en materia contractual, y enormes excavaciones y dragados en un país con “riesgo sísmico” que busca promover la navegación entre el océano Pacífico y el mar Caribe.

“Lo único que podemos hacer ante ello (la competencia del el canal por Nicaragua), es hacerlo cada día mejor, reforzar nuestro centro logístico, nuestro centro bancario y nuestro centro de servicio”, subrayó.

También sostuvo que con una vía interoceánica ampliada, Panamá asegurará el paso de más carga y recuperará a los usuarios que administran a los enormes buques mercantes y han elegido temporalmente a la ruta del Canal de Suez, en Egipto, para el transporte marítimo.

La construcción del sistema de esclusas ha enfrentado retrasos y tropiezos, desde huelgas hasta presiones para que la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) pague al consorcio Grupo Unidos por el Canal (Gupc) un sobrecoste de 1.600 millones de dólares por imprevistos.

De hecho, fuentes canaleras advirtieron la posibilidad de que Gupc se declare en quiebra, y que las empresas que la integran negocien por separado con la ACP temas económicos pendientes.

El conglomerado está formado por la empresa española Sacyr Vallhermoso (48 por ciento), la italiana Salini Impregilo (48 por ciento), la belga Jan De Nul (tres por ciento) y la panameña Constructora Urbana, S.A. (uno por ciento).

Sin embargo, Roy aseveró que las constructoras deben ajustarse a las cláusulas del contrato original de diseño y construcción del tercer juego de esclusas, y que “no puede haber aumento del valor del contrato”. Los contratistas han pedido a la ACP que adelante el pago de flujos de caja sobre trabajos realizados.

El director de Gupc, Giuseppe Quarta, reiteró el llamado a la ACP para que mantenga los acuerdos del Memorando de Entendimiento (MOU, por sus siglas en inglés), y no sean modificados los plazos ni las condiciones establecidos desde marzo.

Tras el acuerdo alcanzado ese mes por los negociadores de ambas partes, Gupc se comprometió a entregar 100 millones de dólares, mientras que la ACP adelantó 100 millones (garantizados), para recuperar el ritmo normal en la ejecución de las obras.

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