POR GRECIA ORTÍZ
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Un estudio titulado “El imperativo del trabajo decente para la nueva normalidad”, elaborado por la Asociación de Investigación en Estudios Sociales (Asies), resalta datos sobre los índices de trabajo en el país, uno de ellos, elaborado por el Índice Global de los Derechos de la CSI, refiere que Guatemala se ubica entre los 10 peores países del mundo para los trabajadores.
Luis Linares López, de Asies, mencionó que los índices de trabajos en Guatemala se pueden calificar como “desastrosos” y recordó un dato del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que destacaba que el país se encontraba en el último lugar entre 20 países de América Latina.
Además, en 2018, el país ocupó el penúltimo lugar en salario suficiente superando únicamente a Honduras.
Existe evidencia de que los países que invierten en empleos de calidad registran notable crecimiento económico, señala Luis Linares. #TrabajoDecente #ForoASIES pic.twitter.com/Gt3re6PEoY
— ASIES Guatemala. (@ASIES_GT) March 23, 2021
EL FRENO DE LA DESIGUALDAD
Al hablar de los 10 países peores del mundo para los trabajadores, Linares remarca que los datos de Guatemala ubican al país junto a otras naciones en donde se considera existen dictaduras.
“No es nada honroso para Guatemala estar en este ranking de los 10 países peores”, comentó.
Además, en el documento destaca que, en varios niveles, a la relación de pobreza e informalidad los jóvenes son los más expuestos.
Linares expuso que existe una lenta evolución de la cobertura de seguridad social, pues en el 2000 era de 908,122 y en 2019, llegaba a 1,350,821, sobre 4.7 millones de asalariados.
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DESIGUALDAD, CERTEZA JURÍDICA Y CORRUPCIÓN, LOS OBSTÁCULOS A SUPERAR
Dentro de las recomendaciones, Linares mencionó que insisten en que la desigualdad es el principal obstáculo para el desarrollo económico y la reducción de la pobreza, aspectos que se deben poner en el centro del debate.
Además, el analista reiteró la necesidad del fortalecimiento institucional del Ministerio de Trabajo, entre otros.
Por otro lado, la debilidad fiscal, la certeza jurídica y la corrupción, destacó que son algunos de los obstáculos a superar para alcanzar el objetivo del trabajo decente para todos.
Finalmente, resaltó que la recuperación del Covid-19 debe tener como finalidad última la superación de las carencias que afectan a la población trabajadora en particular, mujeres indígenas y jóvenes.
