Banco mundial informa crecimiento económico para Guatemala disminuya a 3.4% para el 2022 y 2023. Foto La Hora. Agexport/Archivo.
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La guerra en Ucrania y los cuellos de botella en el suministro global relacionados con la pandemia del COVID-19, continúan representando limitaciones para el crecimiento económico mundial. En su conjunto estos hechos han provocado que la expectativa de crecimiento económico para Guatemala disminuya a 3.4% para el 2022 y 2023, luego que en enero la estimación era de 3.9%.

Estos pronósticos representan un crecimiento modesto y de acuerdo al potencial de producción del país, luego de haber alcanzado un 8% en el 2021, mientras que para analistas significa un golpe directo en la economía de los guatemaltecos y una caída en el empleo que puede provocar mayor inseguridad.

El 3.4% de crecimiento económico estimado para el país se mantendrá durante 2023 y mostrará un ligero incremento de 3.5% en el 2024, según el informe de Perspectivas Económicas Mundiales para América Latina y El Caribe del Banco Mundial (BM), divulgado este mes.

Banco Mundial informa que los riesgos bajan para la economía. Foto La Hora. Andrea Solórzano.

Para el área centroamericana se prevé que la economía se expandirá un 3.9 % en 2022 y un 3.5 % en 2023. Esta desaceleración moderada registra la actividad en EE. UU., la fuente principal de demanda de exportaciones y remesas.

ESTIMACIÓN DEL BANGUAT

Sergio Recinos, presidente del Banco de Guatemala (Banguat), quien dio a conocer días atrás cuando se anunció una subida de 0.25 puntos en la Tasa de Interés Líder (2%), la estimación del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Guatemala para este año bajó del 4.5% al 4%, influenciado por el panorama económico mundial.

En concordancia, el Fondo Monetario Internacional (FMI), proyecta un crecimiento para Guatemala del 4% en 2022, respaldado por una combinación de políticas aún favorables, como “la recuperación de los sectores rezagados, condiciones crediticias todavía favorables y la resiliencia de la economía de EE. UU. que sostiene un flujo de remesas vigoroso”.

De forma secuencial, los técnicos del FMI prevén que el crecimiento se estabilice en su tasa potencial anterior al COVID-19 de 3.5% para 2023.

QUAN: MENOR CONSUMO Y MAYOR INSEGURIDAD

Por su parte, el economista David Quan, considera que a nivel local se podrá experimentar un menor consumo por parte de los guatemaltecos, una caída en la generación de empleo, así como un incremento de inseguridad.

La inflación, tasas de interés y la inversión pública y privada son para el profesional los factores que se verán alterados; y, por ende, repercutirá de forma directa en la economía guatemalteca.

Sobre los efectos dominó la desaceleración en Estados Unidos, Quan opina que podría repercutir en la recepción de remesas, pero no fuertemente. “Se ha visto que en los años de pandemia que llevamos, las remesas han seguido incrementando año con año”, agregó.

Sergio Recinos, presidente del Banguat. Foto La Hora/DCA/archivo.

En congruencia con el análisis de Quan, Guillermo Díaz, investigador del Departamento de Ciencias Económicas de la Universidad Rafael Landívar, comentó que de forma interna puede esperarse un menor crecimiento del consumo, por el aumento de la inflación.

“Las familias tienen menos dinero para comprar. Los daños del invierno pueden reducir la producción agrícola y el turismo interno”, explicó el investigador.

GUTIÉRREZ: HAY UNA CAÍDA EN LA CONFIANZA DEL CONSUMIDOR

Para Miguel Gutiérrez, economista de la Fundación Economía para el Desarrollo (FEDes), la desaceleración de Guatemala ya se puede observar en la caída de la confianza del consumidor, así como en una moderación de la demanda.

“Podemos esperar a ver un menor dinamismo económico que ya lo siente el guatemalteco derivado de dos efectos: el menor dinamismo de la economía mundial y efecto inflacionario que ha extraído del bolso de los guatemaltecos de forma directa”, argumentó el profesional.

CRECIMIENTO DE 8% ES UN EFECTO REBOTE

Sobre el crecimiento económico que presentó el país el año pasado de 8%, el economista considera que se trata de un” efecto aritmético y de rebote”, ya que según sus cálculos al tomar en cuenta que el PIB cayó 2% en el 2020, se trata de un crecimiento del 6% en dos años, es decir, alrededor del 3% de crecimiento anual, cifra que “es normal”.

“Sencillamente el país recuperó su senda de crecimiento usual o normal, nada extraordinario y esto lo vimos en todo el mundo”, señaló Gutiérrez.

 

Además, considera que la cifra del PIB del Banguat genera muchas dudas debido a que los datos de inflación del Instituto Nacional de Estadística (INE) no estaban alineados con el contexto económico de aquel momento, por lo cual mostraron una baja inflación haciendo que el valor real de los productos en la contabilidad del Banguat sea mayor.

“Si hubiéramos tenido una inflación un poco más apegada a la realidad, el crecimiento real del Banguat hubiera sido un poco menor. Estamos viendo un severo deterioro en la calidad de las cifras públicas”, sostuvo el economista.

CAUSAS DE LA DESACELERACIÓN

De acuerdo con los expertos, el conflicto bélico orquestado por Vladimir Putin aunado a las perturbaciones en la cadena de suministros ha generado una caída en las estimaciones del PIB de Latinoamérica a través del alza de precios de los productos básicos.

Estas condiciones globales han aumentado la inflación muy por encima de las metas de los bancos centrales en muchos países de la región, ejerciendo presión financiera sobre los hogares.

En consecuencia, las medidas generales para enfrentar la tendencia alcista de los alimentos y los combustibles provocaron que las autoridades monetarias, en especial la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED), subieran significativamente las tasas de interés oficiales. Además, han indicado que se producirán nuevos aumentos.

PANORAMA DE LA REGIÓN

Para América Latina y El Caribe, el Banco Mundial proyecta que el crecimiento económico se desacelerará marcadamente hasta llegar al 2.5 % en 2022, luego de un repunte promedio posterior a la pandemia del 6.7 % en 2021.

La desaceleración prevista por el organismo refleja las siguientes problemáticas:

• El endurecimiento de la situación financiera.
– El debilitamiento del crecimiento de la demanda externa.
– La rápida inflación.
– La gran incertidumbre en materia de políticas en algunos países.

Aunque los precios de las principales exportaciones de la región serán sustancialmente más altos en 2022, los beneficios para el crecimiento se verán limitados por una respuesta lenta de la producción de algunos productos básicos y por el aumento de los costos de los insumos, incluidos la energía y los fertilizantes.

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