Las autoridades sanitarias de Guatemala afirman que se pueden consumir con “toda confianza” productos avícolas. Foto La Hora.
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 Las autoridades sanitarias de Guatemala afirman que se pueden consumir con “toda confianza” productos avícolas porque no existe una relación comercial con México, esto, luego de la aparición de otro brote con nuevas cepas de influenza aviar que ya ocasiona complicaciones económicas en empresas, comunidades y familias en Estados Unidos, Canadá y México dedicadas al negocio avícola, de acuerdo con Bloomberg, firma estadounidense de asesoría financiera.

Julio Cordón, coordinador del Programa Nacional de Sanidad Avícola del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), indicó que el brote de influenza aviar de alta patogenicidad (H7N3) en Coahuila, México se trata de una influenza aviar “muy diferente” a la que circula en Estados Unidos y Canadá, de la variable H5N1.

En el caso del H7N3 en México aseguró que esa cepa viral circula desde julio del 2012. “Se dispersó, hubo brotes en muchos estados mexicanos y eso demuestra que la cepa viral sigue circulando en México y las autoridades mexicanas, pues no la tienen controlada. De hecho, México vacuna desde esa fecha contra la influencia de H7N3”, explicó.

GT NO COMERCIALIZA CON MÉXICO

Cordón agregó que Guatemala no comercializa productos avícolas con México con el fin de proteger la industria local, tanto la microtecnificada como la agricultura de traspatio, ya que el virus puede encontrarse en los cartones, huevos y carne de pollo, lo que constituye un riesgo para la seguridad alimentaria del país.

“Nosotros vamos a fortalecer las medidas de vigilancia epidemiológica a nivel de las unidades de producción avícolas, como también la vigilancia epidemiológica pasiva, a nivel de agricultura de traspatio, estas son las acciones que iniciamos desde el 2012 y en este momento lo vamos a fortalecer más para proteger la agricultura guatemalteca”, sostuvo.

LA POBLACIÓN PUEDE CONSUMIR CON “CONFIANZA”

Al considerar las medidas fitosanitarias, aseguró que la población guatemalteca puede consumir productos avícolas con “toda confianza” porque no representan ningún riesgo para la salud pública.

¿QUÉ TAN PROBABLE ES LA TRANSMISIÓN A HUMANOS?

Francisco Escobar, médico veterinario de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac) y miembro del Laboratorio de Referencia Regional de Sanidad Animal (LARRSA), comentó para La Hora Economía, que en la historia de la humanidad existen antecedentes de influenza aviar en humanos, como la llamada gripe española en 1918.

Según Escobar, para que suceda una transmisión del virus a un humano deben influir diferentes factores, siendo el más común, el contacto directo con aves y cerdos, situación que se da con regularidad en las áreas rurales en donde la convivencia es muy estrecha entre personas y animales.

Según Escobar, para que suceda una transmisión del virus a un humano deben influir diferentes factores, siendo el más común, el contacto directo con aves y cerdos. Foto La Hora.

“Este contacto tan directo favorece en algún momento a que el virus pueda mutar en su estructura genética y pueda afectar al humano”, explicó el médico veterinario.

Agregó que las medidas de bioseguridad juegan un papel muy importante al momento de prevenir este tipo de enfermedades.

¿SE PUEDE TRANSMITIR EN ALIMENTOS?

Sobre la posible transmisión de la influenza aviar por medio de los alimentos, Escobar señaló que no hay evidencia de transmisión en carne ni en huevos a humanos, generalmente es de forma directa.

PREVENCIÓN PARA EVITAR ENFERMEDADES

En relación con las medidas que se deben tomar en las granjas en casos de infección, el profesional enfatizó que en la metodología de las producciones avícolas se maneja una medicina preventiva para evitar enfermedades en los animales.

“Nosotros no somos de la idea de tratar enfermedades, sino que prevenir y cómo se previenen las enfermedades, con medidas de bioseguridad implementadas”, explicó.

Algunas de las normas de bioseguridad utilizadas en las granjas consisten en tener un plan de vacunación completo, medidas de desinfección en las instalaciones y de aislamiento.

Además, las granjas deben ser muy cuidadosas en el ingreso de personal y equipo de otras granjas para evitar tanto la diseminación y el contagio dentro del lugar, así como posibles contagios fuera de las instalaciones.

BAJA PRODUCCIÓN = PÉRDIDAS ECONÓMICAS

Escobar indicó que las medidas de bioseguridad se han puesto en funcionamiento en las granjas del país desde hace mucho tiempo, gracias a ello se ha logrado evitar la propagación de enfermedades.

Para el veterinario estas medidas son fundamentales porque además de cuidar la salud de las aves y evitar muertes, se impide una disminución en la producción que podría causar pérdidas económicas.

 

Asimismo, considera que en este momento Guatemala debe elaborar planes de contingencia sanitaria más detallados y reforzados debido a los últimos casos que se han presentado en Canadá, Estados Unidos y México.

Ante un eventual impacto, comentó: “Nos afectaría de gran manera, pues somos un país pequeño con una producción bastante importante (…) tenemos que proteger nuestro patrimonio pecuario ante este tipo de amenazas”.

IMPACTO ECONÓMICO

De acuerdo con un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la compensación de los productores por los animales muertos y sacrificados durante un brote de influenza aviar es “una medida difícil de implementar porque puede tener un alto costo financiero para los gobiernos”.

En EE. UU. el Departamento de Agricultura de Medio Oeste, informó a mediado de abril que los minoristas pagaron entre US$2.80 y US$2.89 por una docena de huevos blancos, más del doble de los aproximadamente US$1.25 que costaron en marzo.

En EE. UU. el Departamento de Agricultura de Medio Oeste, informó a mediado de abril que los minoristas pagaron entre US$2.80 y US$2.89 por una docena de huevos blancos. Foto La hora.

Esta crisis de productos avícolas en el norte viene en un momento donde la inflación se disparó al nivel más alto en EE. UU., con un 8.5%, y también durante una crisis de suministros y el conflicto entre Rusia y Ucrania que ya afecta la oferta de aceite, maíz y cereales.

PRIMEROS CASOS DE INFECCIÓN

El primer caso de infección humana con H5N1 ocurrió a finales de 2021 en el Reino Unido; otro más reciente fue de H5N5, se reportó a finales de abril en Colorado, Estados Unidos.

Sobre el último caso, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, en inglés), aseguró que se trató de un paciente con exposición directa a aves infectadas. También destacó que el “riesgo para el público sigue siendo bajo”.

Sin embargo, los animales infectados no corren la misma suerte que los humanos, ya que la CDC indicó que el H5N1 es una influenza altamente patógena que puede generar graves enfermedades en las aves, incluso la muerte.

 

Al 2 de mayo, la influenza aviar ha causado la muerte de 1.27 millones de aves en Canadá; como prevención Estados Unidos ha sacrificado más de 35 millones de pollos y pavos, según el Departamento de Agricultura de ese país.

En México se detectó una alta patogenicidad de tipo H7N3 en una granja de Coahuila, que llevó a sacrificar 70 mil aves, de acuerdo con el reporte del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agropecuaria, mientras el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA) confirmó que este brote corresponde a la cepa que existe en algunas regiones de México desde el 2012.

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