El crédito bancario reportó un comportamiento dinámico en 2021, con un crecimiento interanual de 12.7%. Al 31 de diciembre de 2021 se registraron 3,391,276 créditos por un total de Q254,438.8 millones y una tasa de morosidad del 1.73%. De acuerdo con los datos de la Superintendencia de Bancos el crédito al consumo fue el de mejor desempeño con un crecimiento de 16.9% en comparación con el saldo de diciembre de 2020.
Lo anterior se traduce en 215,131 créditos y Q26.9 millones más que lo registrado en 2020. Con base en los datos de la SIB se puede determinar que la tasa promedio de crecimiento del crédito bancario, desde el 2012 al 2021, es de 9.49% anual.
A enero de 2022, los préstamos en moneda nacional mostraron mayor participación, con Q153,024 millones de créditos, equivalente a un crecimiento de 15.4% en comparación con el 2020, y Q80,531 millones en moneda extranjera con una variación de 10.4% en relación con 2020.
CRÉDITOS POR CRITERIO DE AGRUPACIÓN
Según la SIB, en 2021 se registraron 3.1 millones de créditos al consumo por Q70.3 millones con una morosidad de 1.96%, para un crecimiento de 16.9% en comparación con el 2020. Adicionalmente la tasa de intereses de la agrupación de consumo se situó en 24.11%, inferior a la reportada en 2020 (24.27%).
Los microcréditos aumentaron 53.8% al pasar de Q3.5 millones en 2020 a Q5.9 millones en el 2021, siendo después del consumo, la segunda cartera con mayor número de créditos registrados: 144,611; además, mostró una morosidad de 2.12% y una tasa de interés de 18.85% también menor a comparación del año pasado (21.77%).
En relación con el crédito hipotecario para vivienda, en el 2021 reportó un crecimiento interanual de 15.6% al alcanzar un total de 40,720 créditos por Q14.5 millones, la segunda tasa de morosidad más alta de la cartera (2.5%) y con la tasa de interés de 8.57%.
A pesar de mostrar un crecimiento más moderado de 12%, el crédito al empresarial mayor alcanzó el saldo más alto de la cartera en 2021 con Q126.4 millones, y aunque solo registró 9,322 préstamos y una morosidad de 1.17%, su mayor participación en el sistema bancario se atribuye a que los montos solicitados por las empresas son más grandes en relación con otros tipos de deudores.
De forma contraria, el crédito bancario a empresariales menores disminuyó 3.6%, y su tasa de morosidad es la más alta de la cartera (4.38%). El año pasado se concedieron 35,646 créditos para empresas menores por Q15.7 millones.
En el caso de la tasa de interés del crédito empresarial mayor y empresarial menor se estableció en 5.91% y 9.52% respectivamente y de igual forma mostraron una disminución en relación con el 2020.
¿QUÉ OCASIONÓ TAL CRECIMIENTO?
Nery Fernando Arango, catedrático y experto en economía y finanzas, explicó a La Hora algunos factores que incentivaron el crecimiento del crédito bancario.
En primer lugar que al analizar los resultados por criterio de agrupación y asociarlos con otras variables como la actividad económica, plazos o montos otorgados se empieza a formar una respuesta sobre cuáles fueron los factores que incentivaron el crecimiento.
“Definitivamente la banca trata de apoyar un desarrollo no solo a nivel de empresa, sino de persona individual con el crédito que ayude a generar más económicamente y que esa economía permita un sano crecimiento”, señaló.
El economista comentó que si solo se ve desde una perspectiva, por ejemplo el financiamiento al consumo, se puede pensar que la banca quiere “endeudar a la gente”; sin embargo, explica que muchas personas vienen de una crisis económica y otras se han quedado desempleadas por lo que recurren al crédito de consumo para obtener recursos e incluso crear negocios.
EVOLUCIÓN DEL CRÉDITO EN LOS ÚLTIMOS 10 AÑOS
Desde el 2012 al 2021 el crédito bancario ha mostrado una tendencia al alza, con la tasa promedio de crecimiento en los últimos 10 años es de 9.49%.
Entre los criterios por agrupación, durante el periodo analizado, el crecimiento del crédito al consumo ha sido el dominante (11.27%); seguido del empresarial mayor (9.90%), mientras el microcrédito y el hipotecario para la vivienda se sitúan en 8.94% y 8.15% respectivamente. El crédito al empresarial menor apenas mostró un crecimiento del 3.10% en promedio.
Por otra parte, el índice de morosidad osciló por arriba del 2% entre 2016 y 2019, luego de haberse mantenido por debajo del 1.35% los cuatro años previos, y no fue hasta el 2020 que la tasa empezó a descender (1.83%), hasta colocarse en 1.73 en el 2021.
CRÉDITO BANCARIO POR DEPARTAMENTOS
Durante el 2021, el crédito bancario continuó con dinamismo económico en el departamento de Guatemala con 832,106 créditos, por Q168.6 millones, y una tasa de crecimiento de los últimos 10 años de 9.26%. Asimismo, en departamentos como Escuintla, Quetzaltenango, Chimaltenango, San Marcos, Petén, Quiché, Suchitepéquez y Alta Verapaz también se mostró una fuerte participación.
En Escuintla el número de créditos ascendió a 107,296 por Q5.1 millones y desde el 2012, ese departamento ubicado en el centro-sur del país ha crecido 10% en ese rubro.
En particular, Alta Verapaz, último lugar en el ranking del Índice de Desarrollo Humano (IDH) de Guatemala (0.380), se sitúa entre los departamentos que han superado los 60 mil créditos; al cierre del 2021 sumó 63,058 créditos valorados en Q2.9 millones, para un crecimiento de 6.86% desde el 2012.
Quiché, que también está entre los cinco departamentos con menor IDH del país, registra 67,351 créditos por Q2.5 millones y una baja tasa de morosidad de 0.84%. En la última década ha crecido 7.06%.
DESCENTRALIZAR EL CRÉDITO DE LA CIUDAD
Sobre la participación a nivel departamental a Arango le parece “interesante” y positivo que departamentos como Santa Rosa, que mostró un crecimiento de 9.5% en el último año, o Sololá (20.5%) empiecen a mostrar más crecimiento. Por otra parte, le pareció raro que Quetzaltenango únicamente creciera 10%.
“Ojalá pudiéramos descentralizarnos de la ciudad capital e ir mucho más al interior de la República”, reconoció.
RIESGOS INFLACIONARIOS
Acelerar la economía y entrar en un periodo inflacionario es una de las estimaciones de riesgo que Arango prevé en caso se mantenga el mismo dinamismo de crecimiento en el crédito.
“Podría ser que las personas se endeuden mucho y no ahorran a la par de ese crecimiento, entonces vamos a tener carteras con mucho riesgo en los bancos”, algo que no sucede aseguró.
¿A qué se debe?, el experto indica que se debe a una necesidad de inversión, ya sea de personas individuales o personas jurídicas con el fin de promover el desarrollo del país.
AHORRO A LA PAR DEL CRÉDITO
Ante los posibles riesgos del crecimiento del crédito, el economista hace énfasis en que un crédito por sí mismo no es “malo”; sin embargo, cuando dicho crédito no va acompañado del ahorro puede convertirse en un problema.
Arango ejemplifica lo anterior de la siguiente manera: “Si yo me endeudo para comprar un bien equis, tengo una obligación de pagar capital más interés, pero internamente tengo que ver cómo hago para ahorrar porque si no que va a pasar es que cuando termine de pagar mi crédito, voy a tener un bien, pero nada más, no voy a tener liquidez”.
Por el lado de las empresas que se apalancan con créditos, recomienda que exploten su tesorería, en el sentido de hacer reservas que les ayude a salir adelante con sus proyectos por medio de créditos, pero que más adelante logren crecer de manera orgánica.
“El 70% de la responsabilidad de todo el efecto que tenga un crédito, es quien lo recibe, quien lo da”, recalcó.
SELECCIÓN METICULOSA
Sobre los procesos de selección de créditos para empresas, el experto en finanzas reconoce que “afortunadamente” el sistema bancario de Guatemala es muy “meticuloso” y al igual que con los créditos de consumo individuales, se estudian de forma detallada.
“En ese sentido, sí se tiene un respaldo del control de parte de las autoridades, en este caso, la Superintendencia”, detalló.
PANORAMA DEL SISTEMA FINANCIERO
En relación con el panorama del sistema financiero debido a la pandemia del COVID-19, Arango considera que está “sólido”, y que un elemento fundamental se atribuye a una política monetaria objetiva que lo respalda.
“La política monetaria ha sido muy cauta y ha permitido mantener la liquidez en el sistema para poder seguir otorgando créditos que incentiven la economía”, enfatizó.
No obstante, alerta que el efecto del rápido crecimiento económico, tanto a nivel local como internacional, “va a pasarnos factura a través de la inflación”, el debate está en cuándo va a pasar, pero aseguró que sí sucederá.
Para Arango en lo anterior recae la importancia de tener un sistema bancario muy cauto en sus movimientos para efectos de resguardar toda la masa monetaria que administra en beneficio de la propia población, de sus ahorrantes y de las personas que prestan.
PRINCIPALES INDICADORES DEL SISTEMA FINANCIERO
Adicionalmente, los principales indicadores del sistema financiero reportados por la SIB al 31 de diciembre de 2021 muestran una liquidez inmediata de 20.83% y una solvencia por adecuación de capital de 17.26%.
Por el lado de la rentabilidad por rendimiento sobre patrimonio (ROE) se situó en 19.88%, mientras que la morosidad alcanzó el 1.73% y la cobertura de cartera de créditos de riesgos en 207.55%.
