La aerolínea alemana Lufthansa canceló hoy todo su programa de vuelos. Foto la hora: AIRBUS / Europa Press/dpa.
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La aerolínea alemana Lufthansa canceló hoy todo su programa de vuelos para este miércoles (27 de julio) debido a una huelga convocada para el personal de tierra. Según la compañía, la huelga nacional del personal de tierra obligará a suspender 678 vuelos en Fráncfort y 345 en Múnich.

Precisó que alrededor de 144.000 pasajeros se verán afectados en plena temporada de vacaciones, y de ninguna manera todos ellos podrán ser reprogramados porque los aviones ya están llenos también en los días siguientes.

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Según Lufthansa, el martes ya se cancelaron al menos 47 conexiones. La compañía aérea teme repercusiones hasta el viernes, último día de clase antes de las vacaciones de verano en el estado federado de Baviera.

Lufthansa aconsejó encarecidamente a los pasajeros que no hayan recibido una oferta de cambio de reserva que no acudan a los aeropuertos. Solo hay «unos pocos o ninguno» mostradores de servicio abiertos debido a la huelga. Los pasajeros en tránsito que no tengan vuelos de conexión no deben volar a los centros alemanes.

Asimismo destacó que existe el riesgo de que los pasajeros no puedan continuar su viaje durante varias horas o días. Es probable que los pasajeros tengan derecho a reembolsos y compensaciones en virtud del cambio en la legislación de la Unión Europea, ya que Lufthansa ya no puede invocar circunstancias extraordinarias en caso de huelga de su propio personal.

El miembro de la junta directiva Harry Hohmeister criticó duramente al sindicato de servicios Verdi en el periódico «Bild»: «El sindicato está destruyendo los sueños de las vacaciones con su huelga durante la temporada alta de viajes. Esto es extremadamente amargo y frustrante».

Según Verdi, varias compañías de Lufthansa en los centros de Frankfurt y Munich, así como en Düsseldorf, Hamburgo, Berlín, Bremen, Hannover, Stuttgart y Colonia, irán a la huelga a partir de las 3.45 horas del miércoles.

Han sido convocados grupos de empleados muy diferentes, como el personal de mostrador, los técnicos de aeronaves o los conductores de los enormes remolcadores que empujan los aviones a las posiciones adecuadas en el aeropuerto. Al mismo tiempo, los pilotos de la empresa matriz están celebrando una votación para una huelga indefinida.

La filial Eurowings, que no está en huelga, está asumiendo en gran medida las operaciones de vuelo normales en toda la red. También en su mayor centro, en Düsseldorf, se ha asegurado una capacidad de reserva suficiente para posicionar y remolcar los aviones, dijo un portavoz en Colonia.

La aerolínea de vacaciones Condor indicó que aún no ha tenido que cancelar ningún vuelo. La huelga durará hasta las 6.00 horas del jueves. Verdi ha convocado concentraciones en los aeropuertos de Fráncfort, Hamburgo y Múnich.

 

La primera huelga en Lufthansa después de la conmoción que supuso la pandemia de coronavirus se produce en el contexto de un nuevo comienzo de actividades parcialmente caótico en el sector.

La escasez de personal y la fuerte demanda de vacaciones ya han provocado considerables problemas de manipulación este verano sin huelgas. Verdi lo achaca principalmente a la mala gestión y a los excesivos recortes de personal en aeropuertos y compañías aéreas.

Lufthansa y Verdi solo han celebrado dos rondas de conversaciones sobre los futuros salarios y condiciones de trabajo de unos 20.000 empleados de tierra. Está prevista una tercera reunión para los días 3 y 4 de agosto en Fráncfort.

El director de Recursos Humanos de Lufthansa, Michael Niggemann, criticó la sorprendente dureza del sindicato: «La temprana escalada tras solo dos días de negociaciones en una ronda de negociación colectiva que hasta ahora ha sido constructiva está causando un enorme daño». «Afecta sobre todo a nuestros pasajeros durante la temporada alta de viajes. Y supone una pesada carga adicional para nuestros empleados en una fase ya difícil del tráfico aéreo».

Según sus propias declaraciones, Lufthansa ha ofrecido un aumento salarial en dos etapas de 250 euros (254 dólares) durante un periodo de 18 meses, al que se añadirá un aumento relacionado con los beneficios del dos por ciento a partir de julio del año que viene. Con un salario base mensual de 3.000 euros, esto supondría un aumento de entre el nueve y el 11 por ciento, según los cálculos de la empresa.

Christine Behle, jefa negociadora de Verdi, declaró a los diarios «Stuttgarter Zeitung» y «Stuttgarter Nachrichten» que para otros rangos salariales, el incremento solo ascendería a un cuatro por ciento aproximadamente, por lo que supondría una pérdida salarial real para los empleados frente a la inflación, actualmente en el 7,6 por ciento. El sindicato exige un 9,5 por ciento más de dinero en las escalas salariales durante 12 meses, pero al menos 350 euros.

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