El Banco Mundial ha rebajado sus perspectivas para la economía global, destacando la guerra de Rusia contra Ucrania, la perspectiva de escasez de alimentos y temores por el posible retorno de la «estanflación», una mezcla tóxica de inflación alta y crecimiento bajo que no se ve desde hace cuatro décadas.
La agencia contra la pobreza de 189 países miembros pronosticó el martes que la economía mundial crecerá 2,9% este año, comparado con el 5,7% global de 2021 y el 4,1% pronosticado para 2022 en enero.
«Para muchos países, la recesión será difícil de evitar», dijo el presidente del BM, David Malpass. El banco no prevé un panorama mejor para 2023 y 2024: pronostica 3% de crecimiento global para los dos años.
Para Estados Unidos, el BM ha reducido su pronóstico de crecimiento a 2,5% este año luego del 5,7% de 2021 y el 3,7% pronosticado en enero. Para los 19 países europeos que usan el euro, rebajó el pronóstico a 2,5% este año comparado con 5,4% el año pasado y 4,2% previsto en enero.
[ÚLTIMO MOMENTO] Se prevé que el crecimiento mundial descienda del 5,7 % en 2021 al 2,9 % en 2022, un porcentaje considerablemente menor que el 4,1 % que se anticipó en enero: https://t.co/ucHTgbrEiJ#WBGEP2022 pic.twitter.com/YwZzJ5mjUV
— Banco Mundial (@BancoMundial) June 7, 2022
En China, la segunda economía mundial después de Estados Unidos, el BM pronostica un crecimiento de 4,3%, comparado con 8,1% el año pasado. La política china de cero COVID, que implica cuarentenas draconianas en Shanghái y otras ciudades, ha paralizado la actividad económica. El gobierno chino provee ayuda para aliviar la situación.
Para los mercados emergentes y los países en desarrollo se pronostica colectivamente un crecimiento de 3,4% en el año, comparado con 6,6% en 2021.
La invasión rusa de Ucrania ha provocado graves trastornos en el comercio global de energía y trigo, golpeando una economía global que se recuperaba con fuerza de la pandemia de coronavirus. Los precios de las materias primas, ya altos, han aumentado aún más, amenazando la disponibilidad de alimentos asequibles en los países pobres.
«Hay un riesgo grave de desnutrición, de hambre creciente e incluso de hambruna», advirtió Malpass.
El Banco Mundial prevé que los precios del petróleo aumentarán 42% este año y el de materias primas no energéticas crecerán casi 18%. En cambio, pronostica que los precios del petróleo y otras materias primas bajarán 8% en 2023. Comparó el actual aumento de los precios de la energía y los alimentos con el shock petrolero de los años de 1970.