Las exportaciones de China crecieron en dobles dígitos en noviembre pese a un descenso del crecimiento, mientras que las importaciones aceleraron en un indicio de fuerte demanda interna.
Las exportaciones subieron un 21,4% respecto al año anterior, a 325.500 millones de dólares, por debajo del incremento del 27,1% en octubre, según mostraron hoy datos de aduanas. Las importaciones crecieron un 31,7%, a 253.800 millones de dólares, por encima del 20,6% del mes anterior.
Las exportaciones chinas se han visto impulsadas por la demanda extranjera en un momento en el que otros competidores globales se ven mermados por los controles contra el coronavirus.
Las importaciones más altas sugieren que la demanda de consumidores y de otra clase se recupera tras un descenso provocado por una campaña gubernamental contra la deuda en el sector de bienes raíces. El crecimiento económico cayó en los tres meses terminados en septiembre a un 4,9% respecto al año anterior, inesperadamente bajo.
Además, la actividad de las fábricas se vio limitada por los cortes eléctricos iniciados en septiembre y por el desabastecimiento global en semiconductores empleados en productos como autos o celulares. Un sondeo anterior de fabricantes mostró que la actividad había remontado en noviembre con el restablecimiento del suministro normal de energía.
«Exportaciones e importaciones superaron las expectativas el mes pasado gracias a una demanda más fuerte y a una remisión en la escasez de semiconductores», dijo Julian Evans-Pritchard, de Capital Economics, en un reporte.
«En el corto plazo, es probable que la aparición de la variante ómicron refuerce la demanda de exportaciones de China», dijo Evans-Pritchard. «Pero su impacto en el futuro sigue siendo incierto».
El superávit comercial global de China cayó un 4,9% respecto al año anterior, a 71.700 millones de dólares. Estaba por debajo del récord de octubre de 84.500 millones de dólares, aunque seguía siento uno de los más altos registrados.
Las exportaciones a Estados Unidos subieron un 5,3% respecto al año anterior, a 54.700 millones de dólares, pese a las subidas arancelarias derivadas de una disputa sobre el superávit comercial y las ambiciones tecnológicas de Beijing.
Las importaciones de productos estadounidenses crecieron un 22%, a 17.800 millones de dólares, aunque China registró un superávit de 37.000 millones de dólares.
