La economía británica dio otro paso hacia su plena recuperación tras el reciente levantamiento de las restricciones del coronavirus, aunque el crecimiento de 0.8% registrado en mayo fue la mitad de lo que los economistas esperaban, debido a una escasez de microchips que perjudicó a la producción de vehículos.
Las cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas divulgadas el viernes muestran que el sector servicios fue el principal responsable de la expansión económica, luego que el gobierno permitió la reapertura de empresas de hospitalidad, recreación y arte a partir del 17 de mayo.
Si bien la economía británica ahora ha crecido cuatro meses seguidos, el aumento de mayo fue inferior al de 2.3% registrado en abril e inferior al 1.5% que anticipaban los expertos.
«El crecimiento latente es moderado fuera de los sectores que han reabierto, y las limitaciones de suministros contribuyen al estancamiento reciente de la manufactura», declaró Rory Macqueen, economista del Instituto Nacional de Investigaciones Económicas y Sociales.
La producción automotriz se vio afectada, al sufrir su peor caída desde que el gobierno británico decretó restricciones como respuesta a la pandemia el año pasado. La escasez de microchips particularmente afectó al sector: la producción de equipos de transporte descendió en un 16.5%.
A pesar de las recientes expansiones mensuales, la economía británica sigue estando 3.1% por debajo de donde estaba en febrero del 2020.
