El piloto francés Simon Pagenaud se prepara para una práctica de la IndyCar en el Texas Motor Speedway de Fort Worth, Texas. Foto la hora: Tony Gutiérrez/ap.

Por STEVE MEGARGEE
Agencia AP

Simon Pagenaud considera que las carreras no han sido las mismas sin espectadores que vitoreen a los pilotos, en el comienzo de la campaña de la IndyCar.

Pagenaud no tendrá que preocuparse por ello este fin de semana.

La IndyCar dará la bienvenida al público por primera vez en lo que va de la campaña durante la doble cartelera denominada REV Group Grand Prix, que se disputará hoy y domingo en el Road America de Eikhart Lake, Wisconsin.

Será apenas la tercera carrera en la temporada, que comenzó con casi tres meses de demora por la pandemia de coronavirus. Las características del Road America lo convierten en una sede ideal para probar cómo funciona el admitir espectadores.

El autódromo se ubica en una superficie de 640 acres (259 hectáreas), un terreno inmenso que rodea una pista de una longitud de cuatro millas (6,44 kilómetros). Ello permitiría que los espectadores cumplan con las reglas de distanciamiento social y se dispersen por la vasta propiedad en vez de aglomerarse en un graderío principal.

Los organizadores no impondrán un límite al número de espectadores que pueden asistir, en vista de que las instalaciones pueden albergar a mucha gente. Road America ha permitido el ingreso de público para sus eventos desde el mes pasado.

La IndyCar prevé recibir también espectadores el próximo fin de semana, en Iowa, donde la pista ovalada sí tiene grandes tribunas. La serie maneja cada evento de manera diferente, con base en las regulaciones locales y estatales que estén vigentes en la sede de la carrera.

Por ejemplo, la carrera del sábado pasado en el Indianapolis Motor Speedway se llevó a cabo sin aficionados, debido a las reglas locales durante la planificación del evento. Los organizadores de la IndyCar esperan que el público llene hasta 50% de ese mismo autódromo para las 500 Millas de Indianápolis, previstas para el 23 de agosto.

Para entonces, es posible que el estado de Indiana y su plan de reapertura permitan ya el ingreso de espectadores.

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