Ignacio Fernández de River Plate. Foto la hora: Natacha Pisarenko/AP.

Por DÉBORA REY
BUENOS AIRES
Agencia (AP)

Matías Suárez dilapidó un penal en tiempo cumplido y el último campeón River Plate debió conformarse con un empate 0-0 ante Cruzeiro de Brasil ayer por los octavos de final de la Copa Libertadores.

El atacante ejecutó con botín derecho por arriba del travesaño un penal sancionado por el árbitro chileno Julio Bascuñán a instancias del VAR en la última jugada del partido disputado en el estadio Monumental de Buenos Aires.

El empate fue festejado como un triunfo por el cuadro brasileño, que en los últimos años supo ser un rival incómodo para River en su cancha.

Sin el artillero Lucas Pratto, relegado al banco por una lesión, ni el colombiano Rafael Santos Borré, suspendido, River tuvo que improvisar con el delantero juvenil Julián Álvarez, de 19 años, y el propio Suárez en ataque. Tampoco fueron de la partida el capitán Leonardo Ponzio (molestia en tendón) ni el lateral Milton Casco (suspendido).

El campeón vigente monopolizó el balón, pero en el área le faltó pimienta.

A los 24 minutos, el arquero Fabio dio rebote a un cabezazo de Suárez, pero Ignacio Fernández no lo supo aprovechar debajo del arco. Cerca del descanso, Suárez metió el centro atrás para el uruguayo Nicolás de la Cruz, que se llevó por delante el balón con el pecho y el guardameta visitante neutralizó el peligro.

En el tramo final, de un tiro de esquina derivó un cabezazo del zaguero paraguayo Robert Rojas que pasó apenas por arriba del travesaño. Rojas había ingresado tras la lesión que sufrió el veterano Javier Pinola.

Cruzeiro también llegó a Buenos Aires disminuido en ataque por la ausencia de Fred (infección de oído), quien había participado en seis de los 11 goles de Cruzeiro en la primera ronda del certamen.

Los dirigidos por Mano Menezes salieron con algo más de osadía a jugar el complemento. De contragolpe, Marquinhos Gabriel definió con jerarquía ante la salida de Franco Armani, pero el gol fue anulado por posición adelantada a instancias del VAR, que se usó por primera vez en esta instancia del certamen.

El árbitro Bascuñán volvería a recurrir a esa herramienta tecnológica en otras dos ocasiones, primero por un supuesto pisotón en el área de Dedé a Gonzalo Montiel y después por una mano de Luis Orejuela, que fue considerada accidental.

Ya cumplidos los seis minutos de tiempo adicional, Henrique le sujetó la camiseta a Pratto tras un tiro de esquina. El árbitro fue advertido de la acción por el VAR y sancionó penal.

Aunque el resultado le sienta mejor a Cruzeiro, el River de Marcelo Gallardo ya ha dado muestras de su templanza para jugar de visitante con la soga al cuello y con ese espíritu viajará a Belo Horizonte para la revancha el próximo martes. El ganador se enfrentará en cuartos de final ante el vencedor de la llave entre San Lorenzo y Cerro Porteño.

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