Por HOWARD FENDRICH
LONDRES
agencia/AP

Muchas cosas han cambiado desde que Roger Federer ganó su primera final de un Grand Slam en 2003 en Wimbledon.

Primero que nada, como le recordó a todos tras avanzar a su 11ra final en el All England Club, solía tener el pelo largo amarrado en una colita, con una barba a medio crecer. Ahora utiliza el pelo corto, y tiene el rostro afeitado.

¿Alguna otra diferencia para Federer, que cumple 36 años el 8 de agosto y es el finalista de Wimbledon de mayor edad desde 1974?

“No tenía hijos corriendo por todos lados, despertándome en medio de la noche”, dijo. “Ahora tengo que cerrar las puertas, y decirles ‘papá está durmiendo’”.

El astro suizo tiene cuatro hijos: una pareja de mellizos varones, de tres años, y otra pareja de mellizas mujeres, que pronto cumplirán ocho.

Sobre la cancha, hay ciertos detalles en los que el Federer que enfrentará mañana a Marin Cilic es distinto al Federer que derrotó a Mark Philippoussis hace 14 años. Por ejemplo, utiliza una raqueta más grande, además de que suele pegar el revés desde más arriba.

Pero lo más importante es que Federer todavía es capaz de derrotar a cualquiera que tenga de frente.

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