Madrid
DPA

La nueva selección española de Julen Lopetegui continúa ofreciendo motivos para creer en el proyecto, aunque para culminar su «resurrección» también deberá corregir ciertos defectos advertidos en el empate cosechado el jueves ante Italia.

EL ESTILO: Su posesión de balón durante la primera parte se acercó al 80 por ciento en campo italiano. Durante muchos tramos dominó a su rival con combinaciones que recordaron a la selección que fue campeona del mundo y de Europa. «España puede sonreír. La selección corrigió los errores del pasado reciente ante Italia y fue inmensamente superior durante 70 minutos», proclamó «El Mundo».

LA SALA DE MÁQUINAS: Tanto Andrés Iniesta como David Silva volvieron a evidenciar que son dos piezas básicas y los mejores argumentos españoles cuando están en forma. «Es un gran jugador, pero por encima de todo tenemos un gran equipo, aunque los grandes equipos los hacen los grandes jugadores», dijo Lopetegui sobre Iniesta.

UN ESQUEMA DEFINIDO: La selección española volvió a repetir dibujo táctico que incluye a un delantero centro -esta vez fue Diego Costa, el domingo podría ser Álvaro Morata- con tres interiores por detrás y Koke ayudando a Sergio Busquets en el eje. Parece ser el equipo que más le gusta a Lopetegui y la base con la que trabajará.

LAS ENTRADAS POR BANDAS: El nuevo seleccionador insiste en abrir el juego por los flancos y las llegadas de los laterales son constantes, más allá de la fortuna en los centros. Un jugador como Vitolo, en buen momento, le ayuda a mejorar la profundidad.

LA PRESIÓN: La buena ubicación de los futbolistas permite a la selección española recuperar pronto el balón y volver a distribuirlo, una diferencia respecto a lo observado en los últimos años y signo de identidad en los mejores tiempos de la «Roja».

POCAS OCASIONES CREADAS: Es un viejo defecto de la selección española que ahora se perpetúa. Su caudal de juego generado no se corresponde con las oportunidades claras de gol. El portero italiano Gianluigi Buffon pasó una noche relativamente tranquila y el gol español llegó por un clamoroso error del veterano capitán. «Esa falta de remate acompaña siempre a este equipo», refrendo el diario «As».

DEPENDENCIA DE LOS CREATIVOS: España se agarra a Iniesta y Silva, pero cuando éstos desaparecen -por aparentes motivos físicos- el equipo se cae y pierde el control del partido en el centro del campo.

MANDÍBULA DE CRISTAL: Con muy poco -balones largos y presencia física-, Italia fue capaz de acorralar a España en los últimos 15 minutos. Al equipo de Lopetegui le faltó personalidad para bajar el balón de nuevo y defenderse con la posesión, como antaño hacía la España de Xavi Hernández y Xabi Alonso. «El cuadro de Lopetegui se quedó a medias. Su destacada actuación previa a la diana de Vitolo quedó empañada por su mala administración final», insistió «El País».

SERGIO RAMOS: Un nuevo error del capitán español provocó el empate final por un penal cometido. Su selección necesita la mejor versión del central del Real Madrid para mejorar su fiabilidad defensiva. «Que disfruten ahora quienes me tienen que rajar porque ya luego callaré bocas», se defendió Ramos tras el partido.

LOS CAMBIOS: Lopetegui es un entrenador conservador con los cambios y tuvo suerte de que Diego Costa no fuera expulsado antes de sustituirlo. También tardó en poner variantes para frenar el bombardeo aéreo de Italia y hacer lo posible por recuperar el control del balón y del juego.

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