Nueva York
DPA

El serbio Novak Djokovic avanzó ayer a las semifinales del Abierto de tenis de Estados Unidos favorecido por la lesión del francés Jo-Wilfried Tsonga, el tercer jugador que no puede completar o jugar su encuentro ante el número uno del mundo en el torneo.

Djokovic ganaba por 6-3 y 6-2 cuando Tsonga decidió retirarse por una molestia en la rodilla después de una hora y 21 minutos de juego en el estadio Arthur Ashe.

El serbio chocará en semifinales con Gael Monfils, que batió más temprano en un duelo francés a Lucas Pouille por 6-4, 6-3 y 6-3 en dos horas y un minuto de juego.

El serbio está viviendo un insólito torneo en Flushing Meadows, donde tres de los cinco rivales que enfrentó cayeron lesionados. En segunda ronda, su «víctima» fue el checo Jiri Vesely, quien no se presentó a jugar, y en tercera sólo disputó seis games antes del abandono del ruso Mijail Youzhny.

En el escaso tiempo que estuvo en cancha, Djokovic sacó provecho de un errático Tsonga, que cometió 37 errores no forzados. El serbio, con 18 tiros ganadores, quebró en cuatro ocasiones el servicio del francés y se encaminaba al triunfo cuando Tsonga abandonó.

El jugador galo ya había sido atendido previamente por sus dolores crónicos en la rodilla izquierda, en la que lució un vendaje, y antes de comenzar el tercer parcial decidió retirarse.

Djokovic encontrará ahora un duro rival en Monfils, que llega a semifinales del US Open sin haber cedido ningún set.

En los otros duelos de cuartos deberán mañana enfrentarse el británico Andy Murray con el japonés Kei Nishikori y al argentino Juan Martín del Potro con el suizo Stanislas Wawrinka.

Con su victoria de hoy, Monfils regresó a las semifinales de un Grand Slam después de ocho años.

El talentoso y extrovertido francés parece haber encontrado la disciplina bajo la conducción de su entrenador sueco Mikael Tillstrom. Así se vio al menos en el US Open, donde el tenista de 30 años dejó de lado su habitual histrionismo para centrarse únicamente en el juego.

Ante Pouille, Monfils hizo valer su mayor experiencia y dominó de principio a fin para meterse sin sobresaltos entre los cuatro mejores del torneo. Su joven rival, que en octavos había dado el golpe al eliminar al español Rafael Nadal en un exigente encuentro, no pudo mantener el nivel físico y tenístico y cayó ante un Monfils que lució intratable.

Ni siquiera la lluvia, que obligó a desplegar el techo retráctil del Arthur Ashe en el final de segundo set, consiguió desviar a Monfils de su objetivo.

«Estoy muy feliz de estar de vuelta en unas semifinales (de Grand Slam). Conozco muy bien a Lucas y hoy no estuvo en su mejor nivel», afirmó el ganador tras cerrar el encuentro con su decimotercer ace.

Monfils, sin embargo, deberá superar ahora una estadística temible si quiere avanzar a la final: Djokovic tiene un récord de 53-1 ante rivales franceses y de 12-0 ante su próximo rival.

En el cuadro femenino, la alemana Angelique Kerber dio un nuevo paso rumbo al número uno al batir a la italiana Roberta Vinci por 7-5 y 6-0 en una hora y 18 minutos de partido en la pista central.

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