Por Redacción La Hora
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La neozolandesa Nikki Hamblin y la estadounidense Abbey D’Agostino fueron reconocidas por el Comité Olímpico Internacional (COI) con el galardón del juego limpio, luego de que ambas protagonizaron uno de los momentos más emotivos durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
De acuerdo con un comunicado del COI, ningún atleta ha personificado los valores de excelencia, amistad y respeto que demostraron Hamblin y D’Agostino en los Juegos Olímpicos de Río, razón por la que recibieron el galardón.
El pasado 16 de agosto, la estadounidense Abbey D’Agostino y la neozelandéesa Nikki Hamblin —extrañas hasta ese momento— quedaron involucradas en una caída durante la prueba de 5.000 metros de mujeres. D’Agostino ayudó a Hamblin, animándola a terminar la carrera.
D’Agostino se desgarró un ligamento de la rodilla en el otoño y, obviamente, no pudo terminar. Hamblin finalizó última en la prueba, por lo que tampoco subió al podio.
Sin embargo, la acción no pasó desapercibida para el COI que otorgó a las atletas el referido reconocimiento, junto al equipo de la selección noruega de balonmano quienes optaron por no apelar el resultado final del juego contra el equipo alemán, que anotó el balón de la victoria con un jugador extra en la cancha, durante la calificación para Río.
En el comunicado, el COI señaló que la historia de D’Agostino y Hamblin es una de humanidad y sacrificio que ha capturado los corazones de las personas alrededor del mundo.
Creo que es muy especial para Abbey y para mí. No creo que ninguna de las dos despertó pensando que así sería nuestro día, nuestra carrera o nuestros Juegos Olímpicos, manifestó Hamblin.
Las dos somos fuertes competidoras y queríamos ir ahí y hacer lo mejor en la carrera, anotó la atleta, citada por el COI.
Con información de AP
