France's Antoine Griezmann, right, celebrates after scoring his side's first goal, during the Euro 2016 round of 16 soccer match between France and Ireland, at the Grand Stade in Decines-­Charpieu, near Lyon, France, Sunday, June 26, 2016. (AP Photo/Laurent Cipriani)

Lyon
DPA

La selección francesa logró hoy su clasificación para los cuartos de final de la Eurocopa al ganar 2-1 a Irlanda gracias a un «doblete» salvador de Antoine Griezmann en la segunda parte, luego de que el equipo francés estuviera abajo en el marcador desde el minuto 2 de juego.

Menos de dos minutos necesitó el equipo británico para adelantarse en Lyon, gracias a un penal convertido por Robbie Brady, pero el talento de Griezmann fue definitivo tras el descanso y evitó la eliminación de la anfitriona con goles en los minuto 58 y 61.

La anfitriona, que sufrió mucho más de lo previsto ante los irlandeses, como ya le ocurrió en la fase de grupos ante rivales a priori inferiores, se enfrentará en cuartos, el próximo domingo en París, al ganador de la eliminatoria entre Inglaterra e Islandia.

La selección francesa de fútbol afrontó con mucha tensión el primer partido a vida o muerte en su Eurocopa y ante un rival que buscaba revancha siete años después de la famosa mano de Thierry Henry.

El pánico se apoderó el Parc Olympique de Lyon en sólo un minuto. Fue el tiempo que tardó Paul Pogba en arrollar absurdamente en el área a Shane Long, con el consiguiente castigo del penal. Brady marcó con un ajustado disparo que golpeó el palo y la hinchada francesa se quedó de piedra.

Al minuto y 59 segundos, Brady convirtió el segundo gol más rápido en la historia de la Eurocopa. El primero data de 2004 y lo marcó el ruso Dmitri Kirichenko al minuto y siete segundos.

Naturalmente, Francia llevó todo el peso del duelo y durante la primera parte arrinconó en su área a Irlanda, como no podía ser de otra forma. Pero lo hizo con tal desorden que facilitó el trabajo defensivo de su rival. Realmente, la anfitriona apenas tuvo grandes ocasiones de peligro antes del descanso. Se puede contar una falta de Pogba que paró Darren Randolph o algún intento de Griezmann.

Irlanda propuso su famoso esfuerzo defensivo, aunque tampoco renunció totalmente al ataque. Así, McCarthy obligó a Hugo Lloris a abortar un peligroso remate.

Lyon recibió el descanso con una mezcla de incredulidad y desconcierto no sólo por el marcador, sino por los confusos mensajes transmitidos por su equipo.

Kingsley Coman entró por N’Golo Kanté en un intento de abrir el campo para los franceses, de ser menos previsibles en sus ataques, pero fue Lloris el primer protagonista de la segunda parte al despejar un centro lleno de veneno. Después, Randolph desvió un potente disparo de Matuidi.

El empate llegó en la primera jugada bien elaborada del equipo francés. A los 58 minutos, el balón fue trasladado con paciencia hasta la banda derecha y desde allí llegó un buen centro de Bacary Sagna que fue mejorado por el espectacular cabezazo de Griezmann.

El delantero francés amplió su momento de gloria tres minutos después. Llegó una buena dejada de Giroud con la cabeza y el futbolista del Atlético de Madrid definió con la pierna zurda el que fue su tercer tanto en la presente Eurocopa. Todos ellos decisivos.

Griezmann sacó de un gran problema a la selección francesa con dos destellos de calidad. A Irlanda ya no le servía el resultado, pero todo se le complicó irreversiblemente a los 68 minutos, cuando Shane Duffy fue expulsado por derribar a Griezmann al borde del área cuando el delantero ya buscaba su «hat-trick».

Francia apretó para ejecutar la sentencia y André-Pierre Gignac estrelló un balón en el larguero tras un imponente disparo. Luego la tuvo Griezmann.

En realidad, el encuentro había quedado decidido mucho antes, con los dos goles de Griezmann y la expulsión que provocó. El delantero del Atlético de Madrid metió a su selección entre las ocho mejores.

Artículo anteriorEspaña vuelve a las urnas para romper estancamiento político
Artículo siguienteMueren 8 personas en accidente en San Marcos