Múnich
Agencia dpa

El Bayern de Múnich tendrá mañana un complicado test en la cuarta jornada de la Bundesliga al medirse al Augsburgo, un partido que supone la antesala del inicio de la Liga de Campeones.

El derbi contra el vecino Augsburgo es considerado el verdadero pistoletazo de salida para esta nueva temporada. Hasta la próxima pausa por partidos de selección esperan al campeón alemán un total de siete cotejos en 23 días, incluidos uno contra el subcampeón, el Wolfsburgo, y otro con el recuperado Borussia Dortmund, actual puntero de la clasificación.

El Augsburgo es la bestia negra para Guardiola, ya que es el único equipo alemán que batió al Bayern al mando del catalán en dos oportunidades, la última en Múnich por 1-0 y con gol del argentino Raúl Bobadilla. Sin embargo, el equipo viene de conseguir solo un empate en tres fechas.

Tras su visita a Múnich, el Augsburgo, que quedó quinto al campaña pasada, se estrena en la Liga Europa en campo del Athletic de Bilbao y posteriormente recibirá al Hannover. «Será una semana con dos grandes choques, pero el partido más importante será contra el Hannover», dijo el técnico Markus Weinzierl.

Pese a las ausencias de los extremos Franck Ribéry y Arjen Robben, Guardiola sigue contando con varias opciones en la delantera como el brasileño Douglas Costa y el juvenil francés Kingsley Coman, que ya se mostró dispuesto a todo.

Otra de las variantes para el ataque es Mario Götze, que demostró un excelente estado forma en los partidos clasificatorios para la Eurocopa de Francia 2016.

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