Por Almudena de Cabo
Berlín,
Agencia dpa

Ecclestone consiguió así lo que quería, abandonar la sala del Tribunal regional de Múnich como un hombre libre y sin antecedentes penales. Después de tres meses de proceso judicial, el británico puede seguir al frente del lucrativo negocio de la Fórmula 1.

«Bye, bye», se despidió Ecclestone a unos metros de su coche, acompañado de su mujer, Fabiana Flosi, tras conocer la noticia y despedirse del tribunal al que se ha visto obligado a acudir semana tras semana durante tres meses.

El presidente del tribunal, Peter Noll, anunció la decisión de aceptar el acuerdo millonario alcanzado previamente entre la Fiscalía alemana y Ecclestone para suspender el proceso judicial que afrontaba el multimillonario británico de 83 años por el supuesto pago de sobornos a un directivo del banco semipúblico alemán Bayern LB.

«La cantidad del pago está en relación al patrimonio del acusado», explicó Noll. Ecclestone aseguró al tribunal que los 100 millones de dólares, que deberá depositar en el plazo de una semana, son «una parte notable» de su patrimonio, pero sin ser una cantidad desbordante.

Sin embargo, la cifra supone todo un récord en un proceso penal en Alemania. De los 100 millones, 99 irán a parar al erario público y uno a la Fundación de Hospicios Infantiles.

De acuerdo al presidente del tribunal, a lo largo de las 21 sesiones del proceso no se han podido probar «las partes importantes» de la acusación contra el británico, entre ellas si Ecclestone sabía que el Bayern LB es un banco público y con ello, Gerhard Gribkowsky, directivo de la entidad, un funcionario del Estado.

Éste era uno de los puntos centrales del juicio, ya que el código penal alemán contempla duras penas de hasta diez años para sancionar el soborno a funcionarios.

Por su parte, la Fiscalía también reconoció que «con toda probabilidad» no hubieran podido probar tampoco que el pago a Gribkowsky tuviera relación con la venta de los derechos de transmisión de la Fórmula 1.

Mientras desde la fiscalía dejan claro que no se trata de «una cuestión de victoria o derrota», desde la defensa de Ecclestone se afanaron por dejar claro que la suspensión del proceso judicial es un «camino normal» de la justicia y no tiene nada que ver con el patrimonio de Ecclestone.

«Esto no es ningún trato. No tiene nada que ver con comprar la libertad», aseguró el abogado del magnate británico Sven Thomas.

De acuerdo al artículo 153a, la Fiscalía puede, con la aprobación del Tribunal, retirar una demanda judicial a cambio de un pago o de trabajos comunitarios.

Ecclestone estaba acusado de haber pagado hace ocho años un soborno de 44 millones de dólares a Gribkowsky, entonces directivo del Bayern LB y encargado de vender los derechos de transmisión de la Fórmula 1, a cambio de ganar influencia entre los dueños de la categoría y mantener su puesto como jefe.

Desde el principio, el británico había defendido su inocencia asegurando que todo se debió a un chantaje del alemán, que lo había amenazado con denunciarlo ante el fisco del Reino Unido con material incriminatorio de evasión impositiva.

Al final, el único condenado por todo el asunto fue Gribkowsky, condenado en 2012 por corrupción y evasión fiscal a una pena de cárcel de ocho años y medio, después de admitir haber recibido dinero de Ecclestone durante la venta de la participación del banco en la Fórmula 1.

Ecclestone puede regresar a su vida tras conseguir cerrar un capítulo que podría haberse alargado hasta mediados de octubre. «Ahora puede concentrarse de nuevo en completo en su trabajo», indicó su abogado. «Se siente aliviado», agregó.

Su jet privado dejará de aterrizar en Múnich cada semana. Tan pronto como se depositen los millones en la cuenta, el proceso quedará definitivamente archivado. La decisión de suspender un juicio no se puede recurrir, por lo que Ecclestone logró su objetivo: volver a dedicar toda su energía a la Fórmula 1.

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