La basquetbolista estadounidense Brittney Griner no quiso estar sola cuando abordó un avión del gobierno estadounidense que la trajo de regreso a casa.
“Llevo 10 meses en prisión escuchando a los rusos, quiero hablar”, expresó Griner según Roger Carstens, el enviado estadounidense a cargo de situaciones de rehenes, quien ayudó a lograr la libertad de la deportista y organizar su retorno a suelo norteamericano.
Griner caminó por todo el avión, saludando a la tripulación, estrechándoles la mano y “haciendo una conexión personal con ellos”, relató Carstens en el programa “State of the Union” de CNN.
De las 18 horas que duró el vuelo, Griner estuvo hablando unas 12, afirmó Carstens. La basquetbolista contó sobre sus experiencias en una colonia penal rusa y sus meses de cautiverio, recordó Carstens, aunque declinó dar detalles.
“Me quedé con la impresión de que ella es una persona inteligente, apasionada, compasiva, humilde, interesante, patriota”, declaró Carstens. “Pero más que nada, una persona auténtica. Lamento que estas fueron las circunstancias en que la conocí, pero me siento bendecido por el hecho de haberla conocido”.
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— Diario La Hora (@lahoragt) December 11, 2022
Aunque Griner ahora está pasando por exámenes físicos y psicológicos, Carstens dijo que ella parecía “llena de energía, se veía fantástico”.
Griner, quien también jugaba basquetbol en Rusia, fue arrestada en el Aeropuerto Sheremetyevo de Moscú luego que las autoridades rusas la acusaron de tener dispositivos de vapeo y aceite de cannabis. Estados Unidos sostuvo que fue detenida ilegalmente, lo que Moscú rechaza.