Michelle Obama agitó los brazos en el aire y gritó: “¡Vamos, Foe!”. Foto La Hora/AP

Michelle Obama agitó los brazos en el aire y gritó: “¡Vamos, Foe!”.

Abajo, en la pista del Abierto de Estados Unidos, Frances Tiafoe se alegró de ver que tenía una nueva admiradora.

Obama presenció en primera fila, detrás de la línea de fondo, la semifinal entre estadounidense y el español Carlos Alcaraz en el estadio Arthur Ashe, le hizo un gesto con el pulgar hacia arriba y saludó cuando su imagen salió en las pantallas.

 

“Me ve y está realmente emocionada de verme», dijo Tiafoe.

Y temió dar una mala primera impresión a la exprimera dama del país.

Poco después de haber visto a Obama, antes incluso de que se anunciase su presencia, Tiafoe recordó que tuvo un golpe especialmente malo.

“Creo que fallé una devolución», dijo, recordando que pensó “cree que soy un vago. No puedo hacer una devolución».

Pero Tiafoe le ofreció un gran espectáculo: forzó el quinto set antes de caer ante el tercer preclasificado por 6-7 (6), 6-3, 6-1, 6-7 (5), 6-3.

La derrota frenó la mejor participación de un estadounidense en el torneo desde que Andy Roddick alcanzó la final en 1996, y dejó a Tiafoe a una victoria de convertirse en el primer afroestadounidense que lucha por un título en un major desde MaliVai Washington, que quedó subcampeón en Wimbledon en 1996.

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