Chelsea solicitó que su partido de la Copa FA contra Middlesbrough se juegue sin público debido a que el gobierno no le permite ningún tipo de entrada bajo los términos de la licencia que recibió para operar tras las sanciones contra el dueño Roman Abramovich.
El club de Londres sostuvo que su pedido busca que se proteja la «integridad deportiva» del cruce de cuartos de final tras no poder convencer al ente a cargo de aplicar las sanciones que fuera más benévolo de cara al partido este sábado.
Middlesbrough afirmó que sería «sumamente injusto, pero sin fundamento algo» impedirle a sus hinchas acudir al partido. La Federación Inglesa de Fútbol analizará el pedido de Chelsea durante una reunión el miércoles.
Los bienes de Abramovich fueron congelados tras ser sancionado por el gobierno británico la semana pasada por sus vínculos con el presidente ruso Vladimir Putin tras el estallido de la guerra en Ucrania.
«Con extremada renuncia hemos pedido a la directiva de la FA que orden que el partido se dispute a puertas cerradas por cuestiones de integridad deportiva», dijo Chelsea en un comunicano. «Chelsea FC reconoce que tal desenlace afecta mucho a Middlesbrough y sus hinchas, al igual que a los nuestros que adquirieron una cantidad limitada de boletos que se vendieron antes que se aplicara la licencia, pero creemos que es la manera más justa de proceder bajo las actuales circunstancias».
Los hinchas de Chelsea hubieran podido ir a Middlesbrough con las entradas que compraron previo a las sanciones contra Abramovich.
