NUEVA YORK / AP
La NFL se mostró alentada por el progreso para prevenir un brote grave de COVID-19 entre los 32 equipos, aunque se dijo también preocupada por el incremento de lesiones en tejido blando.
El Dr. Allen Sills, el jefe médico de la liga, reconoció el martes en la primera reunión presencial con los dueños desde diciembre del 2019, que la baja incidencia de casos positivos de COVID-19, entre el 0,04 y 0,06%, se debe a la alta vacunación y a que los protocolos han funcionado.
Se han realizado cerca de 100.000 pruebas de COVID-19, un promedio diario de 1.200 en la liga.
Hasta el momento el 94,1% de jugadores están vacunados, así como el 100% del personal de los equipos y de la liga.
“Continuaremos trabajando con la asociación de jugadores en la meta del 100% de vacunación”, afirmó Sills. «Los CDC (Centros de Control y Prevención de Enfermedades) han estado en contacto con nosotros para determinar cómo se logró, resaltar una historia de éxito de la vacunación y apuntar a la NFL como un modelo a seguir para otras instancias de la sociedad.
Sills mencionó el más reciente minibrote de los Cardinals de Arizona, que incluyó al entrenador Kliff Kingsbury.
“De los primeros siete casos en Arizona, cinco fueron de diferentes variantes del virus”, dijo.
Ello sería un indicador de que las personas fueron expuestas afuera de las instalaciones del equipo.
“Definitivamente, en cuanto al impacto de la vacunación, no estamos viendo la difusión incontrolable del virus. Tampoco estamos viendo la incontrolable e incontenible propagación que vimos el año pasado”, enfatizó Sills.
La liga se sometió a un estudio voluntario de los niveles de anticuerpos para medir y comparar quién se inmunizó, cuándo y con qué vacuna, así como si la persona en cuestión contrajo COVID-19. Sills enfatizó que fue “un estudio único debido a su tamaño y la frecuencia de las pruebas”.
Los jugadores pueden participar, pero no son el objetivo principal. Los empleados de los equipos sí lo son.
En cuanto a las lesiones de tejido blando (tendón de corva, ingle, pantorrilla y demás), el número de casos aumentó más que en los últimos cinco años, aunque en la pretemporada bajó. Por supuesto, sólo hubo tres partidos de pretemporada para 30 equipos este verano.
Sills citó la cantidad de trabajo que los jugadores tuvieron que hacer en un corto tiempo y enfatizó en la necesidad de dosificar la carga de trabajo para combatir este problema.
“Hay mucho por resolver en esto y tendremos más que decir al respecto, creo que cuando nos acerquemos al combine (en el invierno)”, dijo. “Este año (estas lesiones) fueron particularmente notorias”.
El evento combine 2022 se realizará en Indianápolis, pero el de 2023 aún está a votación. Dallas, Los Ángeles e Indianápolis están interesadas en albergarlo.