El piloto de Red Bull Max Verstappen rueda detrás del coche de seguridad durante la vuelta de formación del Gran Premio de Bélgica de la Fórmula Uno. Foto La Hora/Olivier Matthys/AP

Max Verstappen fue proclamado como el ganador de un Gran Premio de Bélgica pasado por la lluvia y que fue declarado por finalizado tras un reinicio tres horas después de la largada programada para las 3 de la tarde.

Se decidió abreviar la carrera a una hora y que el reparto de puntos fuera a la mitad para el ganador, que apenas necesitó completar dos vueltas para salir victorioso.

«Al final fue importante ganar la pole», dijo Verstappen tras acreditarse con su sexta victoria de la temporada. «Pero es una pena no haber podido completar las vueltas».

El piloto neerlandés de Red Bull iba al frente por delante de George Russell (Williams) y Lewis Hamilton (Mercedes) cuando se produjo el desenlace de la carrera tras una duración de 10 minutos y con la lluvia arreciando.

«Desde luego que es una victoria, pero no es la manera que uno quiera ganar», dijo Verstappen. «Hay que admirar a toda la gente que se mantuvo aquí por tanto tiempo. Son los verdaderos ganadores de la jornada».

Fue la 16ta victoria de Verstappen en la F1, impidiéndole a Hamilton celebrar la número 100. También redujo la brecha que le separa del líder del campeonato, de ocho a tres puntos.

Verstappen se embolsó 12.5 puntos en lugar de 25. Russell recibió nueve tras el segundo podio de su carrera y Hamilton sumó 7.5.

La lluvia torrencial estropeó el día en el circuito de Spa, dejando una pista muy mojada y con una visibilidad casi que nula.

El público rugió desde las tribunas y las laderas alrededor de la pista cuando se anunció que se intentaría tomar la largada a las 6.17 de la tarde hora local (1617 GMT).

Pero apenas 10 minutos de un Verstappen siguiendo con cautela al coche de seguridad, se decidió suspenderla por segunda vez antes de las 6.30.

El circuito de 7 kilómetros (4,3 millas) estaba totalmente empapado para la hora inicial prevista a las 3 de la tarde.

Los espectadores, mojados por la lluvia, se cubrían bajo paraguas en laderas enlodadas mientras esperaban que amainara el aguacero. La espesa neblina sobre los bosques de las Ardenas insinuaba una situación poco favorable para correr.

Cuando los pilotos emprendieron la vuelta de formación, varios se quejaron por las condiciones.

«No se ve nada», dijo Hamilton.

La decisión de suspender la carrera fue tomada instantes después.

«Está mojado, pero creo que se puede correr», sostuvo Verstappen.

Su compañero Sergio Pérez había sido descartado antes de la carrera debido a un percance durante la vuelta de calentamiento, a las 2.30 de la tarde, averiándose su suspensión delantera.



Red Bull consultó a los comisarios si Pérez podía tomar la largada si su monoplaza era reparado a tiempo. La FIA se puso a evaluar la solicitud y luego decidió que el mexicano podría arrancar desde la pit lane.

Fue un día para el olvido para la F1 dentro de una vibrante temporada. Para Russell fue un resultado notable.

El británico, que surgió en la academia de Mercedes, suena para sumarse al equipo en caso de que decidan no renovarle el contrato a Valtteri Bottas. El finlandés quedó 12do y no sumó puntos.

Russell largó segundo tras una brillante clasificación el sábado que captó muchas miradas.



«A menudo no se valora una buena clasificación, pero hoy sí», dijo Russell.

Hamilton criticó la decisión de disputar la carrera como fuera.

«Nos mandaron a rodar dos vueltas detrás del auto de seguridad para montar una carrera», dijo el siete veces campeón de la F1. «No se podía ver más allá de cinco metros. Era complicado ver incluso en la recta».

La próxima carrera será el próximo fin de semana con el Gran Premio de Holanda, feudo de Verstappen.

El piloto de Red Bull Max Verstappen celebra su victoria en el Gran Premio de Bélgica. Foto Foto La Hora/Francisco Seco/AP
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