Cuba, ausente del medallero en el Mundial del pasado año en Eugene, se colgó este lunes dos medallas en el triple salto masculino del Mundial de Budapest-2023: plata con Lázaro Martínez y bronce con Cristian Nápoles.
Hugues Fabrice Zango, que voló hasta 17,64 metros, evitó el título cubano y dio a Burkina Faso el primer oro mundial de su historia. Martínez se quedó en 17,41 metros y su compatriota Nápoles un centímetro por detrás, en 17,40 metros.
Lázaro Martínez, guantanamero de 25 años, no pudo sumar el oro en categoría absoluta a su colección de títulos mundiales. Es el vigente campeón del mundo en pista cubierta y en el pasado triunfó también en Mundiales juveniles, especialmente en la categoría Sub-20 (2014, 2016).
«Me lesioné en los últimos Juegos Centroamericanos y del Caribe, así que no pude preparar bien esta competición, la más importante del año. A pesar de eso, pude terminar hoy y hacerlo en el podio. He podido conseguirlo», celebró Lázaro Martínez tras su subcampeonato.
«Cristian es como mi hermano, como los otros atletas cubanos. En nuestro país el triple salto tiene mucha tradición, somos una escuela en eso», se enorgulleció. Cristian Nápoles, de 24 años, firmó en el concurso de este lunes la mejor marca de su carrera.
#Deportes 👟 | Los triplistas Lázaro Martínez y Cristian Nápoles, de #Cuba 🇨🇺, intervendrán hoy en la final de esa disciplina en el Campeonato Mundial de Atletismo de #Budapest2023
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📸Fernando Nerys pic.twitter.com/LfWGKOMafO— Canal Caribe (@CanalCaribeCuba) August 21, 2023
En el Mundial de 2017 había sido cuarto y en el de 2019 quinto. Esta vez pudo cumplir por fin el objetivo de una medalla.
«Esto es demasiado bonito como para ser verdad. He estado trabajando durante mucho tiempo para esta medalla. Quiero dar las gracias a mi entrenador, mi familia y a toda Cuba. La diferencia con Lázaro fue de solo un centímetro, pero me voy contento con la medalla de bronce», afirmó Nápoles.
Eugene-2022 había sido el primer Mundial en el que Cuba no conseguía medallas, por lo que los dos metales de este lunes permitieron evitar un nuevo desastre y elevan el ánimo del atletismo de la isla caribeña, la tradicional potencia del atletismo latinoamericano, que en los últimos años se vio mermado por las salidas del país de figuras como Pedro Pablo Pichardo, Juan Miguel Echevarría, Yaimé Pérez o Denia Caballero.
El último título mundial de Cuba en atletismo lo logró precisamente Yaimé Pérez en el Mundial de Doha-2019, en una prueba de lanzamiento de disco en la que Denia Caballero, campeona en mundial en 2015, se había colgado la medalla de plata.
Lázaro Martínez y Cristian Nápoles estuvieron durante parte de la final en primera y segunda posición, hasta que ese vuelo de Zango en el quinto intento le hizo pasar a quedar en cabeza, algo que ya no se movió hasta el término del concurso.
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PICHARDO, EL GRAN AUSENTE
El triple salto puede seguir dando alegrías a Cuba en este Mundial. Leyanis Pérez y Liadagmis Povea parten entre las principales favoritas para las medallas, aunque la posibilidad de una medalla de oro parece ahí improbable por la presencia de la venezolana Yulimar Rojas, reina absoluta de esta disciplina y plusmarquista mundial.
La gran decepción de la final de triple salto fue el joven prodigio jamaicano de 18 años Jaydon Hibbert, que llegó con un problema físico.
El hombre que más lejos llegó esta temporada (17,87 metros) recibió tratamiento médico en el estadio, pero finalmente tomó su mochila y abandonó durante la prueba.
Hibbert llegaba como favorito a la victoria después de la baja de última hora del gran dominador de la prueba, el cubano nacionalizado portugués Pedro Pablo Pichardo.
El vigente campeón olímpico, mundial y europeo renunció por una lesión de espalda y no pudo defender en Hungría la corona mundial que consiguió el año pasado en Eugene.
A sus 30 años, Zango sube a lo más alto por primera vez en un gran campeonato. Había sido bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021 y en los dos últimos Mundiales había conseguido también medallas, bronce en Doha-2019 y plata en Eugene-2022.
