El serbio Novak Djokovic usa una mascarilla antes de un partido de la Copa Davis entre su país y Austria. Foto La Hora/Michael Probst/AP

El número uno del tenis mundial, Novak Djokovic, apeló su deportación de Australia luego de que las autoridades fronterizas revocaran su visa por no presentar los requisitos de vacunación para ingresar al país.

El serbio quedó a disposición de la patrulla fronteriza australiana tras llegar la noche del miércoles, y permanece retenido en una instalación migratoria de Melbourne.

Fuentes de la corte indicaron que el juez Anthony Kelly escucharía la apelación de Djokovic contra la deportación en la tarde, hora local.

REACCIONAN AUTORIDADES

Djokovic llegó a participar en el Open de Australia, primer torneo Gran Slam del año, pero no aportó evidencia de tener la vacunación completa al aterrizar, dijo el primer ministro conservador, Scott Morrison.

«Las reglas son las reglas, especialmente cuando se trata de nuestras fronteras (…) Nadie está por encima de las reglas», aseguró Morrison en conferencia de prensa.

Las autoridades fronterizas australianas cancelaron el visado de entrada de Novak Djokovic, horas después de que el número 1 mundial quedase retenido a su llegada a Melbourne, un hecho que fue considerado como «maltrato» por parte del presidente serbio.

 

De ser finalmente deportado, el tenista serbio se quedaría sin la posibilidad de jugar, a partir del 17 de enero, el Open de Australia, donde buscaba su 10º título y batir el récord de 20 Grand Slams que ahora comparte con Roger Federer y Rafael Nadal.

El serbio, que en el pasado se mostró reticente a vacunarse contra el covid-19 y se ha negado repetidamente a confirmar si se inoculó, había obtenido una «derogación médica» para poder participar en el primer Grand Slam de la temporada.

Esto provocó el rechazo de la prensa, de la población e incluso de la clase política australiana, que acusaron a sus responsables de trato de favor hacia el serbio.

SIN DEMOSTRAR LA CAUSA DE LA DEROGACIÓN

«El señor Djokovic no proporcionó las pruebas adecuadas para cumplir con los requisitos de entrada a Australia y su visa fue cancelada», anunció en un comunicado la Fuerza Fronteriza de Australia.

«Los no ciudadanos que no tengan una visa de entrada válida o cuya visa haya sido cancelada serán retenidos y expulsados de Australia», añadieron las autoridades fronterizas.

Todos los participantes del Open de Australia deben estar vacunados contra el covid-19 o disponer de una exención otorgada por dos comités de expertos independientes.

 

¿FAVORES ESPECIALES?

En declaraciones a la cadena australiana Channel Nine, el jefe del torneo, Craig Tiley, aseguró que 26 personas de los casi 3.000 jugadores y personal técnico que viajaban a Australia para la competición habían pedido una derogación, pero solo un puñado la consiguió.

Tiley aseguró que Djokovic no recibió «favores especiales» y le instó a revelar la razón de su permiso médico. «Sería realmente útil si Novak explica las condiciones por las que ha pedido y obtenido una exención médica», dijo.

Una de las condiciones que permitían la entrada sin vacuna es que el aspirante hubiera tenido covid-19 en los últimos seis meses. No está claro que este sea el caso de Djokovic.

INDIGNACIÓN EN SERBIA

Poco antes de conocerse la cancelación del visado de Djokovic, el presidente serbio Aleksandar Vucic acusó a las autoridades australianas de «maltrato» al número uno del tenis mundial.

«Toda Serbia está con él y nuestras autoridades están estudiando todas las medidas para que este maltrato al mejor jugador de tenis del mundo acabe cuanto antes», dijo en un mensaje en Instagram.

El padre del tenista, Srdjan Djokovic, pidió en la misma red social un recibimiento propio de héroe a su regreso a Serbia. «Nuestro orgullo, nuestro Novak está regresando… ¡todos deberíamos darle la bienvenida que se merece!», escribió.

LA ESPIRAL DE REACCIONES

Previamente aseguró que estaban en «una lucha por la libertad en el mundo, no es solo una lucha por Novak».

La ministra de Interior, Karen Andrews, señaló que el gobierno no pensaba ofrecer «ninguna disculpa» por proteger la frontera.

La decisión de autorizar la entrada de Djokovic había provocado indignación en Australia, cuyos residentes han estado sometidos a importantes restricciones, confinamientos y cierres fronterizos durante gran parte de los últimos dos años.

Djokovic expresó su oposición a la vacuna contra el coronavirus en abril de 2020, cuando se planteó que podría ser obligatoria para reanudar los torneos.

«Personalmente no soy provacuna», declaró entonces Djokovic. «No quisiera que alguien me obligue a estar vacunado para poder viajar».

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