BrendaCarol Morales
Escritora

¿Cuándo?

Fuego,

duda,

caricias atrevidas,

inconstantes…

nuestro encuentro…

un ademán que no llega

la palabra que se ahoga,

todo el deseo reprimido,

al acecho de su momento…

El reloj marca la parsimonia de la espera,

la cama tan amplia, el cuerpo tan lleno,

y un mosquito bullanguero, fastidioso, retador, avisa su ataque al oído,

todo está tan amplio y tan vacío…

sensaciones,

represión,

humedad,

fastidio…

¿cuándo llegás?

Canto oscuro

Ardientes fuegos de incomprensible llama

condenan al cuerpo a ser prisionero

de besos y goces que resultan ajenos

todo por calmar a la soledad que clama

que juzga y señala lo extraño,

¡pobres almas condenadas! ahogan

su amor, rompen las alas, despreciadas,

¡tristes hermanas! Su deleite roba.

Un canto oscuro brota de sus labios

el te quiero que rompe las barreras,

fuego ardiente, incomprensible llama

que obliga a esconder la pasión profana

entregando el cuerpo, siendo prisioneras

de lo que mal llaman matrimonio sano.

¡Pobres almas condenadas! Ahogan su amor,

¡quiebran sus alas de vuelo corto!

por ser iguales, por ser hermanas.

¡Ay, tristes y olvidadas, se claman por las noches!

¿Quién escuchará su lastimero gemido?

para todos es mejor

echarles piedra y lodo.

ENREDO

Ellos, encerrados en su templo,

con su sacrosanto canto,

voz varonil, entonando gregorianos,

crean la ilusión

que la humanidad no pierde la fe

y es posible el amor entre hermanos.

A unos pasos de allí

sin el resguardo de las paredes blancas

un hombre desangra a otro

con la alevosía que da

un arma entre sus manos…

en ellos la humanidad

mata y muere.

¿Acaso es,

un enredo de épocas?,

¿o más bien supone

que los seres humanos seguiremos así:

cantando, creyendo,

odiando, matando, muriendo,

todo, a un mismo tiempo?

Quizá todavía no es el fin,

quizá no ha muerto

la paloma que vuela en nuestros sueños;

ni es demasiado agresiva

el ave de rapiña que nos despoja de ellos,

quizá es nuestro destino

vivir así, opuestos,

un siglo más y otro más y otro…

hasta que el mundo acabe y con él

nuestro tiempo.

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