Una obra de arte de John Andrew Perello, conocido como JonOne, es vista en Seúl, Corea del Sur, con brochazos en verde hechos por una pareja. Foto la hora: Lee Jae-hee/Yonhap vía AP)

Por KIM TONG-HYUNG
SEÚL
Agencia (AP)

Una compañía surcoreana de exposiciones trata de convencer a un aclamado artista estadounidense de graffiti para que no restaure una pintura de 440,000 dólares, luego que fue pintarrajeada por una pareja que pensó erróneamente que se trataba de arte participativo.

El artista, John Andrew Perello, conocido también como JonOne, ha expresado su deseo de que la pieza sea restaurada de una manera que no sea una carga financiera para la pareja, que no enfrenta cargos criminales, dijo el viernes Jiyoon Son, un gerente de Content Creators of Culture, con sede en Seúl.
Aunque la exposición estaba asegurada contra daños, la compañía de seguros cobraría al menos parte de los costos a la pareja siempre y cuando JonOne quiera que la pieza sea restaurada.

«Estamos tratando de persuadir al artista para que reconsidere restaurar su obra. Le mostramos las reacciones en las redes sociales, que son favorables a su trabajo, pero también simpatizan con la pareja», dijo Son.

Dijo que tomaría varias semanas y unos 10 millones de won (9,000 dólares) restaurar la obra, que sigue exhibida en un centro comercial en Seúl.

La pareja le dijo a la compañía que le pareció que los espectadores debían participar en la creación de JonOne, «Sin título», una enorme pintura en una pared con botes de pintura y brochas diseminadas alrededor. La pieza no tenía marco, dado su tamaño.

Los organizadores de la exhibición alertaron a la policía cuando descubrieron los nuevos trazos en la pieza, pero retiraron su denuncia una vez identificaron a la pareja, diciendo que preferían lidiar internamente con el asunto.

«Para nosotros, el incidente fue desconcertante porque explicamos claramente en el pie que los botes y brochas eran parte de la obra y además trazamos líneas para separar la pieza de los espectadores», dijo Son.

Son dijo que la pintura, que era parte de una exposición, muy probablemente seguirá exhibida como estaba programado hasta el 13 de junio. Su enorme tamaño dificulta moverla, lo que significa que cualquier restauración tendría que realizarse in situ, agregó.

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