Edilma Marianela Godínez Socoy (9 de septiembre de 1983, Guatemala), estudió en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Se diplomó en derechos humanos y medio ambiente por IDHUSAC en el año 2008.

Descubrió su vocación humanista y se graduó de Profesora de Enseñanza Media en Lengua y Literatura en el año 2012, por la Escuela de Formación de Profesores de Enseñanza Media – EFPEM- de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

Estudió la licenciatura en la Enseñanza del Idioma Español y la Literatura en esa misma unidad académica. Se diplomó en Literatura de viajes transdigitales, en la cátedra Carlos Fuentes, Universidad Autónoma de México, en el año 2020

Ejerce como docente de literatura en educación media y ha participado en múltiples actividades ambientalistas y literarias. Fundadora del movimiento Eco- juventud. Fundadora del canal de audiolibros Catalejo Lector, que busca fomentar la literatura latinoamericana.

Es autora de guías de mediación pedagógica en diversas editoriales. Su poesía ha sido incluida en varias antologías, entre ellas: U Poética de la Escuela de Ciencias de la Comunicación. Debut Solista es el poemario de su autoría, finalista del Premio de Poesía Manuel José Arce de la Editorial Universitaria en el año 2018.

Me gusta el drama
Me gusta el drama
de una hoja seca
que agoniza lenta
al caer sobre la grama
y allí estabas, observándome
solitario, meditando tu desdicha.
Me gusta el drama de tus palabras
peleándose por salir en orden
para no lastimar de más.
Me gusta el eco en la montaña desolada.
Me gusta el suelo formado acertijos
y sus líneas rebeldes hechas por sismos.
Te pusiste a pensar en todo
y nada pesaba tanto como tu arrepentimiento,
Me gusta la triste música de tus lágrimas
porque sé que son de verdad.
Me gusta el drama
de verte leyendo una y mil veces
mis palabras enredadas
para evitar ese silencio que nos obligue a escapar.
Me gusta el drama de tu desesperación
por contestar una pregunta jamás formulada.

El llamado

La turbulencia de tus pensamientos,
yacen almacenados en mi biblioteca,
tu voz enardecida se escucha a lo lejos,
y te contesto con vehemencia.
¡La canción de tus reclamos
ha colmado mi paciencia!
Digo a la vieja tumba empolvada
que alberga tu nombre en la portada
¿Qué quieres? ¿Por qué llamas mi atención?
¿Acaso no hemos terminado nuestra conversación?
Escucho un susurro que se transforma en zumbido
y crece en segundos atolondrando mi faz
¿Qué quieres? ¡Déjame en paz!
descubro que no sólo tú pronuncias mi nombre,
uno a uno se suma creando la orquesta,
de retórica, silogismos y verdades descubiertas.
Pero no entiendo, ¿por qué ahora?
Filósofos, historiadores y poetas,
necesitan retomar el diálogo,
si sus tiempos fueron otros,

si sus luchas ya acabaron.
Pero me conmueve la petición,
decido iniciar el trayecto
¡Tus páginas, de nuevo, he abierto!

Espejo

Como la gota que lloraste.
¡Como la gota!
Como la gota que sudaste.
¡Como la gota!
Así te encuentras mujer ruda,
así te encuentras mujer…
¡Desnuda como la gota!

Arte amiga

Tus contrastes me marean,
tu franqueza
y las yemas de tus dedos,
dibujan con gotas de café.
Balbuceas sobre un tema,
entre carcajadas,
te siento cercana,
fraternal.
Tu memoria es de colores infinitos
hermoso caos,
profundo abismo,
Eres más que la constelación desordenada
que se plasma en tu cansancio,
y amoratados pies en tu andar,
y me quedo triste,
observando un gesto delator.
Sé que nunca te podrán leer
no eres artista,
eres arte.
Pieza única en exposición,
sin precio y sin caballete,
sin reflectores
ni descripción.
¡Eres toda una composición!
pieza musical incomprendida,
esperanza de lirios en jardines decadentes.
Amiga arte,
arte amiga.

La Nada

Un túnel de ramas oscuras
me debora en esta carretera
que conecta la nostálgica irreverencia,
con la sensatez de mi ahora.
He perdido de vista la luna,
no sé si está amaneciendo a media noche
o si quizás esta oscilante hora
no sea más que un medio día muy nublado.
Las aves cantaban hace dos o tres horas,
pero no me percaté del momento exacto
en el que su trinar fue menguando
con la hermosa melodía de los grillos.
De repente; la nada.
Esa señora que desafía la física
e inspiró a Sartre para definirla como
la libertad y la conciencia,
se presenta imponente para burlarse
de mi confusión y rebeldía.
El embudo final de mi trayecto
desemboca disipando ramas, trinos,
grillares y silencios,
no pude hacer más que levantarme
de esa banca y escribir.

Ajuste de cuentas

Me comí todo el tiempo
a mordidas pequeñas,
Por eso escucho la segundera en mis intestinos,
conversa con las angustias que,
siendo niñas,
se quedaron rezagadas.
La minutera, un poco más rebelde o atontada,
no sé si hay diferencia,
se alojó en mis muñecas,
y hace de mí tic algo suyo.
La más anciana y diminuta de las hermanas,
que marca cada sesenta pasos
un recorrido de horario,
separa mis pestañas del iris
que busca cobijo.
como la vara que sostiene una sombrilla,
y tambalea con el peso del viento.
Así las hice mías,
asesinas fugitivas,
así cobré venganza sobre el tiempo
que parió sus ritmos,

lo dejé suplicante,
no me impedirá quebrar
en un parpadeo
algo suyo,
así estaremos a mano.

Carta abierta al siglo XXI

Caminá despacio y observá de frente
es un acto de rebeldía y bondad.
Conocé a los que se sacuden el polvo
de siglos pasados.
Perdoná por las esperanzas clonadas que te esperan
la decadencia se repetirá una y otra vez.
Abrí los ojos, que te ardan por el humo y el viento,
dejá que la convicción raspe tus puños.
y enseñame a vivir contigo.

Selección de textos. Roberto Cifuentes.

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