Por: Giovany Emanuel Coxolcá Tohom

Vigencia de los aportes intelectuales de Walter J. Ong.

Hay quienes ya no cuestionan la hegemonía audiovisual sobre el código letrado. Pocos se detienen a leer un texto de trescientas o quinientas palabras; sin embargo, existe la secreta confianza de que el presente llegará a un público aún no derrotado por la pereza.

La lectura del libro, que es parte del título de este artículo y aparecerá en el siguiente párrafo, me hizo recordar que, antes de escribir una palabra, una oración o una frase, aprendemos a hablar y a tararear canciones, antes de aprender a escribir “gato”, nos referimos al felino, imitando su maullido, así: “miau”; antes de distinguir por qué “perro” y “pero” no significan lo mismo, por una “r” de diferencia, nombramos a nuestro gran amigo, pronunciando “guau”.

Después de las lecciones de mi entrañable profesora de kaqchikel, Celia Morales Sacuj, en el Instituto “Maya Canoense”, hace veinte años, y después de las lecciones de Lingüística, de Mercedes Cristina Polo, inolvidable catedrática, en la Facultad de Humanidades de la Usac, tuve la fortuna de encontrarme con Walter J. Ong, en Oralidad y escritura: tecnologías de la palabra, reeditado por el Fondo de Cultura Económica, hace cuatro años.
Con la posibilidad de acumular la memoria en piedras, pergaminos, códices, libros, hasta llegar a las más sofisticadas formas electrónicas, nos sorprendemos al pensar que nuestros antepasados únicamente contaron con la memoria para acumular los conocimientos de su entorno y así poder educarse generación tras generación.

De los rapsodas de la Antigüedad a los juglares de la Edad Media, de Gutenberg a Bill Gates y Steve Jobos, hasta las formas contemporáneas de oralidad. Quien envía una nota de voz o comparte un vídeo en las redes sociales, utiliza la oralidad, combinada con las más sofisticadas innovaciones tecnológicas.

Walter J. Ong se centra en estudiar la importancia de la oralidad y la escritura en la humanidad. Ubica, al igual que otros autores, la invención de la escritura, tres mil quinientos años antes de Cristo. A partir de ese hecho el individuo ha dejado registros de sus acontecimientos cotidianos y de sus proezas para perdurar a lo largo de los siglos.

Pero antes de la escritura está la oralidad. Lo que en la actualidad nos llega en formato de libro impreso o electrónico, tiene sus orígenes en la oralidad, es decir, en las formas verbales de explicar los acontecimientos cotidianos, los conflictos, los anhelos, la naturaleza y el cosmos. Entre estas grandes obras podemos mencionar la Biblia, la Odisea, la Iliada, Las mil y una noches y, agregar, el Pop Wuj.

Las obras mencionadas, antes de ser vertidas y registradas por medio de la escritura, fueron transmitidas de generación en generación por la oralidad. Este hecho da una idea de la importancia de la palabra hablada en la evolución cultural de la humanidad.

El autor registra distintos momentos trascendentales: las dudas de Platón frente a la escritura, los amanuenses medievales y la lectura en voz alta, la aparición de la imprenta, hasta llegar a las innovaciones tecnológicas de nuestro tiempo.

Hay libros que no deben faltar en nuestra biblioteca, este es uno de ellos. Se puede adquirir, consultando en www.fceguatemala.com y a través de WhatsApp 5017-3130 o por mensaje directo en redes sociales: FCE Guatemala. El Envío es gratis en compras mayores de Q. 100.00, dentro del perímetro de la Ciudad de Guatemala.

La patria del criollo, de Severo Martínez Pelaez
La finalidad de esta obra es aportar elementos de investigación y pautas interpretativas que definan y maticen los componentes sociales y culturales de la vida colonial de Guatemala. Uno de los documentos clave utilizados por el autor para su recreación del mundo colonial guatemalteco es la Recordación florida, del cronista Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán. Severo Martínez Peláez estudia e interpreta la realidad colonial de Guatemala. Investiga, por tanto, los fenómenos básicos de la sociedad guatemalteca de ese período y establece tesis e Hipótesis de indudable valor científico.

Obra reunida, de Nellie Campobello
Cartucho es una serie de relatos a través del retrato de su experiencia directa; Las manos de mamá conjuga la figura protectora de la madre con el tema de la revolución y el villismo; en Apuntes sobre la vida militar de Francisco Villa, Campobello incursiona en la crónica, y deja atrás el relato breve. Se incluyen también sus poemas, de un modernismo preciosista. En este volumen se reúne toda su producción literaria, tanto su poesía como su narrativa. La narrativa de Campobello, está marcada por su voluntad de defender a Villa y su movimiento, tildado por la historia oficial de subversivo y bandolero.

El peinado de la tía Chofi, de Vivian Mansour Manzur / Martha Avilés
Para la tía Chofi, las bodas son la ocasión perfecta para arreglarse y quedar despampanante. Sobre todo, le gusta poner especial cuidado en su peinado, por eso va con la señora Elodia, a que se lo lave, seque, estire, le haga crepé, lo extienda y lo sobe hasta transformarlo en un edificio de fantasía de varios pisos.

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